Los extranjeros podrán hacer la nueva selectividad fuera de España, en centros de la UNED
De esta forma se desprende del borrador del Real Decreto, al que ha tenido acceso Efe y que reformará el procedimiento de acceso y la normativa básica de los procedimientos de admisión a las enseñanzas universitarias oficiales de grado del alumnado extranjero. Fuentes del Ministerio de Universidades señalan que el documento, elaborado de forma conjunta con el Ministerio de Educación y con la UNED, tiene la «vocación de enriquecer las universidades españolas con alumnado internacional y recoger talento».
El objetivo es respetar la equidad respecto a la prueba que hacen los alumnos españoles, inciden las mismas fuentes que recuerdan que el texto se tiene que consensuar ahora con los gobiernos de las Comunidades Autónomas y con los rectores. Según el borrador las principales novedades son que por primera vez los estudiantes universitarios extranjeros no tendrán que desplazarse a España para hacer la PAU y podrán realizarla en cualquier centro adscrito a la UNED o incluso en una embajada.
«La prueba de acceso se celebrará en los centros asociados de la UNED, o en los lugares que acuerde el órgano competente de esta. Asimismo, siempre que el número de estudiantes así lo justifique, la UNED podrá organizar la prueba en aquellos países en los que exista Consejería de Educación, u otra con funciones delegadas, en la Embajada de España en dicho país», señala el borrador del decreto. En este sentido, quienes deban realizar la prueba de acceso a la universidad «lo solicitarán directamente a la UNED, en los plazos y forma que se determinen al efecto». La UNED celebrará anualmente, al menos, dos convocatorias.
Según fuentes del Ministerio de Universidades, con la organización de la prueba a cargo de la UNED, el Estado se hace titular y además se pone freno a las trabas que suponía para el estudiantado internacional desplazarse a España. Otra de las novedades que se proponen es que los enunciados de los ejercicios se ofrezcan al menos en castellano y en inglés, y que las respuestas puedan redactarse en cualquiera de esas dos lenguas. Además si el alumno responde en inglés el examen tendría la opción de hacer una quinta prueba de Lengua Castellana en español para subir nota. Se trata de una prueba complementaria para demostrar el interés que tiene el alumno por estudiar en España, señalan desde el Ministerio que recuerdan que el alumnado extranjero que estudia en las universidades españolas aún es bajo y solo representa el 8% del total.
En cuanto a la estructura del examen, la prueba constará de un ejercicio para cada una de las dos lenguas elegidas por el alumnado de entre las siguientes: alemán, español, francés, inglés, italiano y portugués. Estos ejercicios se diseñarán a partir de las competencias específicas y los criterios de evaluación de la materia Lengua Extranjera II ya establecidos. El otro ejercicio será para cada una de las dos materias elegidas por el alumnado de entre las que 28 asignaturas que se ofrecen de todos los itinerarios. El alumnado indicará en su solicitud de inscripción las lenguas y materias de las que se examinará.
Los criterios de evaluación son muy similares a los de los alumnos españoles que se enfrentarán a la nueva PAU en junio, ya que se elimina la optatividad entre dos modelos de examen y habrá un único modelo. Sin embargo en algunos apartados se podrá incluir la posibilidad de elegir entre varias preguntas o tareas. Los ejercicios podrán estar estructurados en diferentes apartados, que, a su vez, podrán contener una o varias preguntas o tareas y la puntuación asignada al total de preguntas o tareas de respuesta abierta y semiconstruida tendrá que alcanzar como mínimo el 70%.
El borrador del real decreto recalca que «todos los ejercicios tendrán un diseño competencial y requerirán del alumnado creatividad y capacidad de pensamiento crítico, reflexión y madurez en la resolución por escrito de una serie de preguntas o tareas adecuadas a las competencias evaluadas». La duración de cada examen será de noventa minutos, igual que en la PAU española.
Según el borrador del real decreto la nueva prueba estaría en vigor a partir de este curso, aunque otras fuentes de Universidad señalan que lo importante es «llegar a un documento final que preserve la calidad del examen» y no descartan que se pudiera aplicar el año que viene para dar un margen de organización a la UNED y resto de universidades.
Fuente: Magisnet