Los pedagogos atribuyen al apoyo familiar y a la baja inmigración la escasez de repetidores
A tenor de los datos publicados por el Ministerio de Educación, los alumnos gallegos se posicionan como los cuartos que menos repiten de España. Durante el curso 2022-2023, la tasa de repetición escolar se situó en valores mínimos y por debajo del promedio estatal en las tres etapas educativas que comprenden el período escolar. Concretamente, en la Educación Primaria, el índice gallego se situó en el 0,7%, mientras que la media estatal registró un índice del 1,2%. La misma dinámica se traslada a la Educación Secundaria, donde la tasa de repeticiones fue superior que en la anterior etapa (6,5%), pero se mantuvo, también, por debajo de la estatal (7,0%). Finalmente, en el Bachillerato, el índice gallego se posicionó en un 1,2%, mientras que el cómputo español alcanzó el 3,4%. Estos datos constatan la tendencia a la baja de repetidores escolares que se vienen dando durante los últimos seis cursos en la comunidad.
Los motivos
Desde el sector de la educación apuntan a varios factores como los causantes de esta posición “privilegiada” en materia de repetidores escolares que ostenta Galicia, aunque advierten que “hay que contextualizar” los datos positivos. “Una de las razones es la poca inmigración que hay en la comunidad con respecto a otras zonas de España, como es el caso de Andalucía, Cataluña, el Levante o Madrid”, indica el portavoz de la Asociación Profesional de Pedagogos y Psicopedagogos de Galicia (Apega),José Manuel Suárez. “Para un alumno extranjero existen muchas barreras cuando entra por primera vez en un nuevo sistema educativo, como el idioma o, mismamente, la cultura. Es normal que haya más casos de repetición entre ellos”, señala.
Otra de las circunstancias destacadas por Suárez que se encuentran detrás de los buenos resultados es la filosofía de vida de los gallegos y su manera de entender la enseñanza. “La forma de pensar que hay aquí tiene como prioridad la formación frente a otras muchas cosas. Eso lo observamos en el nivel de implicación de las familias gallegas con la educación de sus hijos”, comenta el pedagogo, que también señala hacia las últimas medidas acometidas por la Administración como otro de los factores. Tal es el caso de “la reducción del número de alumnos por clase o la progresiva incorporación de recursos tecnológicos y educativos en la docencia”, apunta. Un alumno extranjero tiene muchas barreras de entrada cuando entra por primera vez en el sistema educativo José Manuel Suárez— Portavoz de Apega
“Cada uno tiene su ritmo”
Pese a que la baja tasa de repetición escolar sea, sin duda, un muy buen indicativo de la salud de la educación gallega, Suárez recuerda que el hecho de que un alumno tenga que repetir no tiene por qué significar algo negativo. “Los cursos van con la matemática del sistema. Cuando sucede eso, simplemente es que el niño no está preparado para lo que se le pide en ese momento concreto”, afirma. “La escuela es un contenedor de contenidos y cada uno tiene su ritmo. Un examen no te va a marcar la vida ni dictarte las habilidades que tienes”, asevera el pedagogo, a la par que advierte que “siempre aprendemos más de nuestros errores que de nuestros aciertos”.
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Con todo, Suárez confiesa que “todavía queda mucho que hacer” en materia de pedagogía escolar.“Los gabinetes de orientación de los colegios se encuentran desbordados” señala el representante de Apega, que indica que, en muchos casos, “se tienen que llevar el trabajo para casa”. “A la educación aún le falta entender la perspectiva del niño para enseñarlo a superar los obstáculos y progresar. Solo así avanzará nuestro modelo”, reflexiona.
Fuente: El Correo Gallego