‘Mundos Librarios’, un proyecto con el que los alumnos pueden chatear con Harry Potter o Legolas
¿Leen menos los jóvenes? ¿Tienen menos capacidad de concentración que las generaciones anteriores? No cabe duda que los libros tienen en la actualidad muchos competidores con una alta capacidad adictiva como, por ejemplo, los teléfonos móviles, las redes sociales o la televisión.
Sin embargo, según el último Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2023, elaborado por Conecta para la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), con el patrocinio de CEDRO y en colaboración con el Ministerio de Cultura, la juventud continúa siendo el sector de la población española que más lee en su tiempo libre.
En el 76,3 % de los hogares con menores de 6 años se lee a los más pequeños. Por su parte, en la franja entre 6 y 9 años, el 86 % lee en su tiempo libre, mientras que la lectura en el grupo de hasta 18 años se mantiene estable, con el tramo de edad de 10 a 14 años en una posición destacada que alcanza un porcentaje de lectores del 85,7 %.
Aun así, según el último Informe PISA, realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para evaluar y comparar el rendimiento educativo de los estudiantes en diversos países, los alumnos españoles han retrocedido 3 puntos frente al año anterior en comprensión lectora, hasta los 474 puntos.
Desarrollar proyectos que tengan como fin impulsar la lectura y la comprensión lectora es imprescindible para conseguir una Educación de calidad que vele por el bienestar de los alumnos y el desarrollo de su creatividad y pensamiento crítico.
Mundos Librarios es un proyecto transversal e interdisciplinar de animación a la lectura que parte de la necesidad de “motivar a un alumnado con carencias cada vez más evidentes en la comprensión lectora y en la concentración necesaria para la actividad de la lectura”, dice María José Gómez Sánchez-Romate, jefa del Departamento Sociolingüístico y profesora de Lengua y Literatura en el Colegio Agustiniano de Madrid.
Este programa, presentado en marzo en la Semana de la Educación celebrada en IFEMA, se basa en estrategias de ludificación del aprendizaje mediante la creación de una narrativa que vincula diferentes espacios o mundos de acercamiento a los libros, así como la incentivación mediante recompensas, “motivando a la cooperación y a la competencia y estimulando la curiosidad”.
Estos diferentes espacios o “mundos” creados dentro del proyecto son:
- Isla recomendadores: un espacio en el que se comparte la portada de los libros recomendados cada mes, con una pequeña reseña. Se diferencian por niveles educativos en primaria y por materias en secundaria.
- Ciudad bibliófila: lecturas del mes con anécdotas, curiosidades, datos, citas o poesías, entre otros.
- El rincón del pregonero: un mundo en el que se proponen concursos literarios, certámenes escolares, exposiciones en activo, museos que visitar.
- Lector 3.0: Juegos literarios interactivos, escapes room digitales, juegos en red y programas basados en IA. “Actualmente este espacio informa sobre un enlace a un juego de figuras retóricas y al programa Character.ai, con el que se puede chatear con personajes de los libros como Legolas o Harry Potter”.
- El Ayudómetro: un espacio para que los alumnos expresen, a través de post it, sus recomendaciones, opiniones y sugerencias.
- El adivinario: la oportunidad para el alumno de convertirse en “detectilibro” y solucionar enigmas relacionados con los libros que están leyendo.
Las recomendaciones de lecturas en otros idiomas o los concursos trimestrales para coronar al mayor lector o lectora son otros de los ejemplos de estos “espacios” creados para que “los alumnos se sientan motivados a leer y para que la cultura forme parte de su realidad cotidiana”.
Mundos Librarios es un proyecto planteado para todos los niveles educativos, por lo que la información dada en los distintos “mundos” se adapta a todas las etapas, haciendo especial hincapié en la etapa de la ESO donde “los niveles de lectura caen porque el acompañamiento paterno desaparece”.
“Los alumnos de la etapa secundaria desarrollan mayor autonomía personal y nuevos intereses. Empiezan a valorar más la inmediatez y la facilidad de la imagen en internet, frente a la palabra, y creen que las redes les conectan y los libros les desconectan. Luchar contra esas creencias debe ser parte decisiva en cualquier animación a la lectura”.
Para conseguir que los alumnos continúen interesándose por la lectura es imprescindible relacionarla, de alguna manera, con sus intereses, por eso, en breve, el contenido que aparece en cada uno de los mundos se podrá consultar desde el móvil para facilitar el acceso a la información.
Además, se está trabajando en varios proyectos “para que los alumnos aprendan las reglas de netiqueta (normas de conducta socialmente aceptables en Internet) para que investiguen sobre la seguridad en la red y sobre las ventajas e inconvenientes de la IA”, señala María José Gómez.
Fomentar el hábito lector, más allá de la propia experiencia enriquecedora en el plano personal, supone un aumento de vocabulario y de comprensión textual, además del desarrollo del pensamiento crítico.
“Siempre les digo a mis alumnos que el lenguaje potencia el entendimiento y la capacidad de razonar, pero es que, además, un lector vive mil vidas y tiene siempre disponible un mundo imaginado que descubrir”, dice María José, que ve en este proyecto, que evoluciona y se adapta a diferentes contextos, una gran herramienta para los alumnos y, en general, para toda la comunidad educativa.
“En algún lugar está el libro perfecto que te cambia la vida y te hace pensar y sentir. Solo hace falta esperar a que aparezca”, sentencia María José, que asegura que todo el esfuerzo hecho por sacar adelante este proyecto merece la pena cuando ve a un alumno leyendo.
Fuente: Magisnet