Las escuelas infantiles 0-3 deberán pasar a la Consellería de Educación
No sé si saben, pero nuestras escuelas infantiles son las únicas de España que están administradas por la Consellería de Política Social e Xuventude en lugar de hacerlo bajo la autoridad de la Consellería de Educación.
Las escuelas infantiles de hoy fueron en otro tiempo guarderías. Es decir, centros donde los padres podían dejar a sus hijos para ser cuidados por monitores o auxiliares mientras ellos trabajaban o se hacían cargo de otras tareas. En aquellos momentos, los niños y niñas eran atendidos por personal no demasiado cualificado en funciones educativas, que mayormente se dedicaban a entretenerlos, darles de comer, cambiarlos de ropa o atender su sueño. Pero en 1997 las cosas empezaron a cambiar tras producirse un incendio en una guardería de Vigo en el que murieron calcinados tres niños de menos de dos años. Fue entonces cuando la Xunta se tomó muy en serio su responsabilidad sobre este tipo de establecimientos y las atenciones de los profesionales que trabajaban en ellos.
En primer lugar, buscó regular los lugares en donde se establecerían los futuros centros de atención a la primera infancia (0-3 años) y, en segundo lugar, mejoró la cualificación del personal que hasta entonces estaba a cargo de sus instalaciones y requirió que el nuevo personal tuviese competencias de carácter educativo.
Este fue el germen de una nueva situación para las escuelas municipales, de la Xunta y de la iniciativa social existentes y futuras. Pero en el ámbito competencial nada cambió. Todas ellas siguieron bajo el paraguas de la administración de los servicios sociales, lo que hacía se se viesen como un recurso social más que educativo, de atención a la conciliación de los padres, más que de atención a la educación del niño y de la niña. Un cambio de paradigma muy necesario a día de hoy, cuando en todos los lugares, todo el mundo reconoce que las personas nos estamos educando desde el momento en que nacemos.
Como digo, Galicia es la única comunidad de España y quizás de las pocas del mundo que mantiene a las escuelas infantiles bajo los auspicios de los servicios sociales. Una falta de idoneidad sobre unos recursos públicos que hace poco tiempo la Xunta han convertido en gratuitos para todos los padres. Falta ahora que los currículos de la etapa 0-3 o primer ciclo de infantil y la de 4-6 años o segundo ciclo se complementen y unifiquen bajo unos mismos criterios socioeducativos y que sus profesionales ejerzan todas las funciones sobre los niños de entre 0 y 6 años, antes de que pasen a la educación primaria y obligatoria.
Hace unos días, la Consellería de Política Social se ha sacado de la manga nuevos criterios para la concesión de las plazas de sus 175 escuelas públicas. Uno de ellos es, nada menos, que, en caso de empate, aquellos padres que sean deportistas o entrenadores o jueces deportivos de alto nivel tengan una mayor puntuación. Parece un poco irrisorio que en un baremo para solicitar una plaza en una escuela infantil se llegue a este tipo de estrategias sin ningún tipo de fundamento objetivo.
Por ello, y para no tener que caer en este tipo de criterios incomprensibles, sería conveniente que las escuelas infantiles pasaran a estar bajo las competencias de la Consellería de Educación, ya que esta podría dar cabida a nuevos centros dentro de unas instalaciones que, a día de hoy, siguen perdiendo muchos usuarios por el declive de la natalidad gallega. Un argumento más, y no menor, para que de una vez por todas se unifiquen criterios educativos, profesionales, de instalaciones, etc., y no se tenga que acudir criterios que hagan que los padres ponderen sus características en función de juicios que parecen estar pensados exclusivamente para que alguna o algunas personas concreta.
Si la Xunta ha decidido que la educación infantil ha de ser gratuita desde el nacimiento para todos los niños y niñas, ahora es el momento de que dé el paso para que esta también esté bajo la iniciativa reguladora de una única consellería: la Consellería de Educación.
José Manuel Suárez Sandomingo