Lydia Espina: “El enfoque competencial es el correcto y la Lomloe, una muy buena ley”
La consejera asturiana de Educación acude a la sede de MAGISTERIO –cosa que le agradecemos– aprovechando una visita de trabajo a Madrid para abordar con el Ministerio de Educación y el resto de consejerías la respuesta al uso de los móviles en los centros educativos. Lydia Espina viene de mancharse las manos de tiza primero como maestra de Infantil y Primaria y desde 2029 como directora del Colegio Público Montevil, de Gijón. Y eso se nota en la contundencia con la que, a pesar de PISA, sigue apostando por las competencias, las metodologías activas o la digitalización de las aula.
En la última de edición de PISA, los resultados han sido un poco decepcionantes. Sé que en Asturias no, pero…
–Efectivamente, han estado por debajo de lo que se podía esperar a nivel nacional. Sin embargo, en Asturias ha ido muy bien: Seguimos mejorando y seguimos subiendo, y se consolida una tendencia. PISA va en la línea del PIRLS, de comprensión lectora, que habíamos tenido el año anterior, y ahí habíamos logrado el mejor resultado nacional de todos, y creo que el sexto a nivel internacional, comparados con muchos países. Por tanto, yo creo que la línea de trabajo está bien enfocada, que vamos en la dirección correcta.
Pero los resultados de PISA, ¿no están cuestionando un poco esta nueva escuela, de un par de décadas a esta parte? Hay entre los profesores cierta desazón: ¿No cabría esperar algo más después de tanto esfuerzo?
–Es que, realmente, hay varias realidades en España, porque, claro, si nos preguntáis a nosotros, dentro del territorio nacional, o a otras comunidades vecinas nuestras, de la franja norte, o Castilla y León… Nosotros realmente estamos por encima…
Sí, pero a nivel global esta nueva corriente no está logrando los resultados esperables. Los alumnos de 2022 demuestran peores competencias.
–La clave es centrarnos en qué podemos hacer para atender a cada niño y a cada niña y para personalizar el aprendizaje. Ahí es donde están las diferencias en materia de política educativa dentro de las comunidades autónomas.
Si hay inversión educativa y eso significa docencia compartida, grupos flexibles y una ratio baja, eso repercute directamente en los resultados de PISA o de lo que queramos. Porque a nosotros los resultados de PISA nos decían una cosa, que quizá es de lo que más orgullosa estoy como consejera, quizá más que de que estemos en el segundo puesto, y es que tenemos dentro de todo el territorio unos resultados homogéneos, independientemente de la zona.
Asturias es absolutamente rural. Eso significa que tienen el mismo nivel de comprensión lectora y competencia matemática si están en Ibias o en San Tirso de Abres, que son pueblinos de cuatro casas, que si están en la capital, en Oviedo o Gijón. Y eso realmente es el orgullo de la Consejería de Educación. Y eso no es fácil. Solo se consigue con inversión: Manteniendo escuelas con tres o cuatro alumnos como hacemos, doblando el profesorado, docencia compartida, reforzando en maestros especializados, en orientadores y orientadoras para cada niño que lo necesita, que tenemos muchas singularidades. Todo esto, con mucho camino por andar, y con mucho que aprender, pero, partiendo de aquí.
¿No es el momento de cuestionarnos si estamos yendo por el buen camino en cuanto al enfoque competencial?
–El enfoque competencial es el correcto, sin lugar a dudas, y la Lomloe es una muy buena ley. Lo que tenemos que hacer es aplicarla en todo el territorio y darle un poco de margen.
¿Y las metodologías activas también?
–También. Lo que tenemos que hacer es aprender para saber hacer las cosas que estudiamos, aprender en un contexto real y llevarlo a cabo. Nosotros en Asturias tenemos muchísimos ejemplos. Nos vamos a cualquier escuelina en cualquier pueblo y lo vemos.
¿Y la digitalización?
–La digitalización, en su justa medida. La competencia digital es fundamental, porque el mundo es digital, pero tenemos que usarla en la medida correcta y enseñar al alumnado a usarla de manera apropiada. Y ahora vamos a regular el uso de los móviles, algo que era lógico…
¿Cuál es la posición de Asturias?
–Nosotros vemos positivamente que el Ministerio haya hecho una propuesta para consensuar una posición común en el territorio nacional, algo que sin duda hace falta, y hacen falta políticas de altura que busquen aportaciones constructivas y espacios de reflexión. Hacia este tema o hacia cualquier otro. Asturias siempre va a estar para sumar. A mí me ha sorprendido hoy que faltaran muchos consejeros y consejeras –habían ido directores generales–, y lo comentaba al salir a los medios, que echaba en falta, en un tema de este calado, porque hay un debate social, que estuviésemos todos, simplemente hablando, debatiendo y pensando conjuntamente cómo podemos mejorar. Sería importante que entre todos le diéramos el valor que merece a este debate.
Por nuestra parte, las propuestas del Ministerio nos parecen correctas. Es una apuesta por un posicionamiento común de mínimos para que tengamos un paraguas, por un lado las comunidades que ya han regulado, y, por otro, las comunidades que estaban a la espera.
Como Asturias.
–Sí. Tenemos un borrador preparado con unas instrucciones para hacer una resolución y, a la espera de lo que ocurriera, escuchar y sacar adelante. En ellas nos hemos referido a los móviles en Secundaria, porque, al menos en Asturias, en Primaria e Infantil no hay debate, puede haber algún caso residual, algún niño o niña que lo lleve por un tema médico. A partir de Secundaria siempre nos ha parecido que lo que hay que hacer es regular y limitar el uso de los móviles, con un uso pedagógico y educativo, y tutelado, programado y planificado por el docente. Y eso, en el horario lectivo, pero también en los patios, en las complementarias, en los patios… Si es un fin educativo, adelante. Si no, pues el móvil, si es que está, debe estar apagado.
Nuestras líneas fundamentales incluirían esa limitación para Secundaria, Bachillerato, FP y enseñanzas de régimen especial, pero es fundamental tener claro que esto es un debate que no solo es de educación. Si pensamos que con esto lo vamos a arreglar, no es así. Es un debate de la sociedad, de los medios de comunicación, del Ministerio de Sanidad… Es de una transversalidad enorme, porque de nada sirve que nosotros regulemos si luego fuera están expuestos a los móviles constantemente.
Los centros educativos son claves para su desarrollo, para que se vean las caras y socialicen, pero también es clave que desde ellos se les enseñe cuándo los deben usar y cuándo no, lo que es bueno y lo que no. Por eso nosotros hacemos una apuesta clara por la formación para las familias en un uso constructivo y normalizado de los móviles, dentro una alfabetización digital y mediática muy ambiciosa: móviles, redes sociales, medios de comunicación, pornografía…
Nuestra resolución está consensuada previamente, expusimos nuestra posición y acordamos con los directores y directoras, los comités de Infantil, Primaria, Secundaria y Concertada, y FAPAS.
La propuesta del Ministerio es de consenso total y respeta competencialmente a todas las comunidades autónomas. Por tanto, nos parece un paraguas bueno para que tengamos unidad. Nosotros en nada sacaremos adelante la resolución.
El papel lo aguanta todo, pero ¿es operativo?
–El móvil debería estar apagado y los centros deberían concretar su uso en sus reglamentos de régimen interno y en sus proyectos integrales de convivencia, los que no lo tienen ya, porque muchísimos lo tienen regulado. Las direcciones nos decía que agradecerían un paraguas común para todos. Ahora lo va a haber.
A partir de estas instrucciones, ¿un centro podría ser un espacio libre de móviles?
–Si se aprueba en su consejo escolar, sí. De hecho hay alguno que ya lo es. Nosotros lo que decimos es que debe ser para uso pedagógico. Para el resto de usos, no. Por encima de esto ellos tienen autonomía para poder limitarlo todavía más. Por debajo de esto, no.
¿Cree que hay una conexión entre un uso excesivo de los móviles y los problemas de salud mental de los menores?
–A raíz de la sobreexposición a las pantallas efectivamente hay una evolución no positiva para la salud del alumnado y su equilibrio emocional. Es algo que a raíz de la pandemia se incrementó mucho, por la exposición constante a ellas, y yo creo que las comunidades autónomas y el país lo que estamos haciendo es trabajar en todas las líneas de bienestar emocional.
En Asturias hemos intentado regularlo en varias ocasiones en los protocolos de acoso escolar, de ciberacoso, que se ha actualizado, de lgtbifobia. Creo que ha salido ayer una nueva actualización que nos habían pedido las direcciones del acoso escolar, para que sea más rápido, para que se detecte mejor.
Para nosotros es prioritario trabajar el bienestar emocional de la comunidad educativa, incluyendo al profesorado. Teníamos una hora para el coordinador de bienestar, una figura que en su día fuimos pioneros en implantar, de hecho vinimos a Madrid a presentarlo porque nos llamó el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Este año hemos dado un paso más, les hemos dado dos horas, hemos creado una unidad de respuesta rápida, para que cuando tenemos casos graves de conductas, en menos de 48 horas, esa unidad, con un orientador y especialistas de pedagogía terapéutica, se desplace al centro y les ayuden, les den respuesta, hagan un seguimiento para ayudar al profesorado.
Por tanto, prioridad absoluta. Tenemos una unidad de suicidio con Salud desde el año pasado. Estamos trabajando también con el Colegio de Psicólogos para ver en qué medida nos pueden ayudar con formación, con un teléfono de atención o con cualquier aspecto para, si tenemos un caso de acoso, intervenir con un aula concreta porque lo han pasado mal, hacer un despliegue importante.
Creo que es fundamental, es una política de Estado y, por supuesto, de nuestra comunidad autónoma. Adrián Barbón, nuestro presidente, lo tiene absolutamente claro y cristalino.
¿Qué le parece que se vaya a limitar el acceso a los menores a la pornografía?
–Esta medida todavía no nos la han presentado hoy, creo que la vamos a ver en la próxima Sectorial. Evidentemente, todo lo que sea prevenir el acceso de los menores a la pornografía o el uso excesivo de las pantallas es fundamental que se trabaje y que se trabaje en serio.
Me preocupa la entrada a edades cada vez más tempranas a este tipo de contenidos y es algo que tenemos que ser capaces de regular para ayudar a los niños y a las niñas y a las familias a que poco a poco esto se evite y se controle para que no les dañe. Al final es el bienestar de los niños y de las niñas, que tienen que entender que también la sexualidad se tiene que tratar con respeto y dentro de unos estándares de igualdad y unos mínimos de equidad. Y en eso también debe estar la educación y también el Gobierno, porque es un aspecto absolutamente transversal.
¿Las redes sociales a veces aíslan?
–Te pueden aislar si eres incapaz de salir y tu único espectro y tu única forma de comunicarte es la red social, pero también pueden abrirte al mundo, a comunidades distintas, puedes informarte de cosas que antiguamente era imposible, o que tardabas en documentarte una semana y ahora en un clic lo tienes, pero con mucha cautela. Esa también es una de las nuestras líneas, y en la que vamos a formar al alumnado y al profesorado: el uso responsable de las redes.
Yo creo que son nuevos lenguajes, diferentes formas de comunicarnos a las que la sociedad se tiene que adaptar. Y, por supuesto, las consejerías de Educación y el Ministerio debemos abordar cómo se integra esto. En esto de la competencia digital, que es transversal y que lleva muchos años, se debería haber abordado a lo largo del tiempo, y nosotros nos lo tomamos en serio, porque entendemos que debemos trabajar todos a una. Y es verdad que también desde el Ministerio se debe hacer una línea prioritaria en este aspecto. Yo creo que lo tienen en mente por lo que nos han apuntado y espero que nos presenten el plan en la próxima Sectorial, que va a ser pronto.
¿Y el plan de refuerzo escolar que se ha propuesto desde el Gobierno, será también protagonista de la próxima Sectorial?
–Sí, la ministra nos ha adelantado que en la próxima Sectorial lo veremos detalladamente. Yo creo que el plan de refuerzo que presentó el presidente Pedro Sánchez es muy acertado, porque va encaminado a lo que yo creo que debe ser la base de cualquier aprendizaje: la competencia matemática y la comprensión lectora.
Nosotros en Asturias llevamos mucho tiempo poniendo énfasis en esas dos vertientes. ¿De qué manera? Por un lado, trabajando en los desdobles y en los grupos flexibles en diferentes etapas. Por otro lado, con ratios bajas. Tenemos la ratio más baja de España en Secundaria y Bachillerato, junto con el País Vasco, y este año hemos aprobado una bajada de ratio progresiva a partir de septiembre desde 1º de Primaria a 23 niños por aula. Teníamos 23 en Infantil, ahora los vamos a tener en Primaria, y va a ir progresivamente acompañándolos hasta finalizar sus estudios, con lo que ello significa. Además, lo llevamos a la red concertada; ellos tenían ratios de 25 en Infantil y, por tanto, con ellos empezamos con los pequeñines, en 3 años.
Creo que el camino es positivo. Y creo que el presidente, que hace esta apuesta económica tan fuerte, lo hace sabiendo que la clave es la personalización del aprendizaje, adaptarse a cada niño y a cada niña, y, además, atajar en aquellos que son más vulnerables. Nosotros hicimos en la pandemia un esfuerzo muy grande con el alumnado que más lo necesitaba, dedicamos todo el dinero que nos venía del Ministerio y de Europa a doblar los maestros de Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje, y continuamos haciéndolo al año siguiente. ¿Por qué? Porque para nosotros era la gran prioridad, y lo sigue siendo.
Yo siempre digo que el alma de la Consejería de Educación, sin lugar a dudas, es la inclusión y la equidad, es la atención a la diversidad. A partir de ahí viene todo lo demás. Por eso hemos hecho la estrategia de altas capacidades. Por eso ahora estamos preparando otra de autismo. Porque realmente es el pilar.
Otro de los temas de agenda ahora mismo es la Inteligencia Artificial, ¿cómo piensa que tiene que incorporarse en las aulas?
–Creo que es algo que está emergiendo, que está empezando a aflorar, y yo creo que, lo primero de todo, debemos formarnos todos en digitalización, incluyendo la Inteligencia Artificial. La pandemia nos ha dejado una moraleja muy clara, y es que, independientemente de toda la digitalización, el centro de un aula tiene que ser el alumnado y el profesor.
En cualquier avance de digitalización o de inteligencia artificial deberemos ir formándonos y adaptándonos cuando eso esté suficientemente testeado y tengamos una seguridad y unas certezas de que puede funcionar. Pero la pandemia ha sido clara: el alumnado necesita contacto personal. Y eso no lo puede suplir nada. Teniendo claro que el centro es el alumno y que el profesor debe pivotar alrededor de él, ayudándolo desde la cercanía y personalizando el aprendizaje, cualquier herramienta que se considere y que sea apropiada y que esté testada me parecerá oportuna en su momento.
Hablemos de cuestiones regionales. La ampliación de la red 0-3 es su propuesta estrella. ¿Cómo se sustancia?
–Hemos hecho una apuesta muy grande. A través de subvenciones con los ayuntamientos los dos primeros años hemos intentando extender la red a todo el territorio asturiano y este año hemos dado un paso de gigante, por un lado, la gratuidad total, a partir de septiembre, y una red autonómica y pública para todo el Principado. Esto implica que vamos a hacer una ley que este mes saldrá a información pública para que, si es posible, se apruebe a finales de año.
La ley tiene dos patas fundamentales: la integración de todas las 77 escuelas municipales que existen ahora, escuelines, que están gestionadas por los ayuntamientos pero están financiadas por convenios por la Consejería de Educación y el Gobierno desde hace muchos años, y la creación de plazas nuevas en una red autonómica nueva.
¿Qué plazos manejan?
–La planificación son cuatro fases, cuatro años. Este año abriríamos ya 31 escuelines, en 30 ayuntamientos –15 serían construidas por el Principado y 16 por estos ayuntamientos que participaron el año pasado en la subvención y que ya los integramos a la red–. Luego hay otra fase dos, con otras 15 escuelas, y después solo nos quedaría el resto de legislatura paliar la lista de espera en las grandes ciudades.
Esto significa un esfuerzo enorme del Principado. Se hace con fondos europeos del Ministerio y significa que tenemos un objetivo: el primero, la ruralidad. En cualquier municipio rural con censo en 0-3 que no tenga escuela nosotros, si tenemos un colegio público con espacio, abriremos una escuelina. Todas van a ser públicas. En colegios públicos se harán centros 0-2, que es un espacio muy bueno para que los niños se adapten y para conciliar las familias, porque es educativo pero además concilia.
Vamos a respetar, por supuesto, su propia idiosincrasia, serán centros independientes: tendremos un colegio público y una escuelina con su propia dirección y sus propias trabajadoras, para cumplir con la norma.
¿Cuántas escuelines quieren inaugurar?
–La idea es ir extendiendo la red hasta que al final de la legislatura tengamos ya toda la comunidad autónoma con una red grande en que todos los municipios tengan oferta de 0-3 para el censo que ellos tienen. Es una apuesta ambiciosa pero muy ilusionante. Los ayuntamientos se integrarán voluntariamente, tienen que querer integrarse, pero parece ser que todos quieren. Nosotros asumiremos, lógicamente, el personal, pero para la Consejería es muchísima gestión. No es solo esto, también son las admisiones, el mobiliario, los comedores… Y, si todo va bien, vamos a inaugurar 31 escuelines antes de fin de año.
¿Alguna otra comunidad tiene un plan 0-3 tan ambicioso?
–Hay otros modelos, pero no tan ambiciosos. Que sea una red absolutamente pública, gratuita y que cubra todo el territorio… Es pionera, es la única.
¿Y el sector privado cómo se lo ha tomado?
–Bueno, de momento algún grupo político lejano al mío sí nos ha preguntado por eso. Yo siempre digo que nosotros también tenemos colegios privados en Asturias para el público que lo considere. Nosotros respetamos, por supuesto, cualquier iniciativa privada, pero nuestra apuesta es la red pública, porque nos parece que es lo correcto y porque además tenemos espacios para ello.
Pasemos a la FP. ¿Me ha llamado la atención que la Formación Profesional ahora está dividida en dos consejerías?
–Sí, nosotros tenemos la gestión educativa de la Formación Profesional (admisiones, profesores…) y este año por primera vez dentro de Ciencia, Empresas, Formación y Empleo se encuentra la planificación de la Formación Profesional (planificación de los nuevos ciclos, fondos europeos…). Fue una decisión para, con la ley de FP, darle un impulso y acercarse al mundo empresarial. De momento lo estamos coordinando cada mes y de momento va bien la cosa.
¿Qué hay de la equiparación salarial de la concertada?
–En Asturias se ha trabajado mucho por que, dentro de la representación que tiene la concertada, que es del 25 o 27%, participen en todas las políticas: digitalización, PROA, innovación… Siempre se cuenta con ellos y se intenta mejorar: ha habido acuerdos con ellos, como es la paga de antigüedad…
Respecto a la equiparación salarial, yo lo que les decía es que a lo largo de la legislatura vamos a ir trabajando siempre para mejorar cualquier retribución o cualquier derecho de nuestros trabajadores, sean de la red pública o concertada. Y paulatinamente se han ido haciendo mejoras. Este año ha subido en el presupuesto un 5,5%, que es superior a lo que ha subido el presupuesto de la Consejería de Educación. Pero tenemos un profesorado en la red pública que también nos está pidiendo mejoras. Tanto la red pública como la red concertada tienen que ser corresponsables. Tenemos que trabajar con ambos, escucharles en la medida de lo posible e ir paliándolo.
¿Deberían cobrar lo mismo?
–Es algo que hay que estudiar. Es complejo, porque las formas de acceso no son iguales, y eso también lo hay que tener en cuenta, para hacer una valoración absolutamente justa. Siempre hemos sido lo más sensibles posible. La directora general se va a sentar con ellos otra vez, para ver en qué medida se puede mejorar, pero es cierto que no son exactamente iguales las redes, porque no se accede de la misma manera. Enseñamos ambos, pero tenemos una enseñanza pública y la otra, con un ideario religioso. Los grupos a veces muestran un conflicto enorme.
Yo siempre digo que soy de consensuar y de respetar dentro de sus diferencias, convivir de la mejor manera, y lo que podamos ir mejorando lo iremos haciendo. La directora está ahora mismo trabajando en esto, en el acuerdo por el mantenimiento de empleo. Se han renovado los conciertos al final de la legislatura anterior y vamos a ir paulatinamente.
¿Qué otros planes de la legislatura destacaría?
–El más singular es les escuelines, el más singular sin duda. Para nosotros también es un enorme reto la ley de educación. El director general de Inclusión está ahora mismo con ella y es importante para nosotros poder sacarla porque sería un hito para Asturias, y con ello el decreto de equidad, que consensúa todos estos aspectos de atención a la diversidad.
También es muy importante que saquemos adelante las grandes obras que tenemos: los institutos de la Florida, la Corredoria, el Rey Pelayo, y otras muchas obras distribuidas por la orografía.
Y alguna otra estrategia relacionada con la inclusión y el alumnado de atención a la diversidad. Es la prioridad absoluta llegar a todos y en esa línea está nuestra Consejería. Por tanto, con mucho trabajo, pero ilusionada, contenta.
Fuente: Magisnet