La OCDE entra en el debate de los móviles: mejor no prohibirlos en la escuela
La OCDE, que tiene toda una agenda centrada en el análisis de la influencia del uso de dispositivos electrónicos en el rendimiento de los alumnos, no recomienda la prohibición generalizada de estos dispositivos, sino, más bien, que los países y las regiones emprendan políticas destinadas a que los estudiantes realicen un uso adecuado y moderado de dispositivos electrónicos en la escuela con fines educativos.
Así lo ha subrayado el analista senior de PISA, Daniel Salinas, en la presentación de los resultados de PISA 2022 para España. En esta prueba, el 33% de los alumnos españoles de 15 años reconocieron que se distraían con dispositivos electrónicos en clase de Matemáticas (media de la OCDE: 30%) y el 26%, que se distraían porque otros alumnos estaban usando dispositivos electrónicos (media de la OCDE: 25%).
España no destaca por la existencia de dispositivos electrónicos (para aprender o para el ocio) en la escuela, sino más bien al contrario. La OCDE constata que cuando estos se usan hasta una hora el rendimiento aumenta, pero cuando se usan más de una hora, ya sea para ocio o para el aprendizaje, el rendimiento decae.
Para Salinas, la fórmula puede ser limitar el tiempo y el tipo de uso, por ser una política más «realista» que la prohibición, dado que la digitalización es un fenómeno que se va a profundizar con el tiempo. «El desafío es ayudar a los estudiantes a un uso adecuado y moderado», ha concluido Salinas, que ha incidido en que «una prohibición categórica y absoluta» puede ser contraproducente y llevar a los alumnos a una mayor ansiedad en el uso de estos dispositivos fuera del aula. Por no hablar de esos estudiantes de centros donde supuestamente estaba prohibido el móvil que reconocían en PISA distraerse con él en clase. En cuanto a establecer unas guías de uso o normas consensuadas con los profesores, tampoco suelen funcionar, y muestran una correlación débil con una mayor atención y menos distracciones de los alumnos.
El secretario de Estado de Educación, José Manuel Bar, ha señalado que estamos «casi al inicio de un debate de calado tecnológico, educativo y social». En este sentido, Bar ha apostado por un uso de las nuevas tecnologías, incluidos los móviles, «controlado, seguro y educativo». «No podemos detener ni retardar la llegada del futuro ni regresar al pasado», ha sentenciado, al tiempo que ha considerado que el escolar es el «contexto más seguro» para iniciar en el uso de estas tecnologías si se usan bien. Del mismo modo, ha llamado a una confluencia de distintos agentes para analizar el impacto de estos dispositivos: «Ni conocemos todas las ventajas y hasta qué punto va a transformar nuestras vidas la implosión digital, la inteligencia artificial, etc. ni hasta qué punto un uso descontrolado, no seguro y no educativo de los dispositivos electrónicos, que suele darse fuera de la escuela, puede traernos inconvenientes», proclamó.
La semana pasada, la ministra Pilar Alegría, sobre la posibilidad de retrasar el uso del móvil hasta los 16 años, comparó en una entrevista en la cadena SER: «Es como poner puertas al campo».
Fuente: Magisnet