Universidades de la UE abordan el reto de proteger a quienes denuncian violencia de género
Bilbao acoge el 23 y 24 de octubre la II Conferencia para acabar con las violencias de género en la academia, organizada por el Ministerio de Universidades con motivo de la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea, con la colaboración del proyecto Unisafe.
La profesora del departamento de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad Complutense de Madrid María Bustelo ha explicado en la II Conferencia para Acabar con las Violencias de Género en la Academia que en España «las unidades de igualdad en las universidades están absolutamente infradotadas» y ello dificulta su investigación.
Esta conferencia en Bilbao, organizada por el proyecto europeo UniSafe, que investiga la prevalencia y las consecuencias de la violencia de género; la Universidad del País Vasco y el Ministerio de Universidades, en el marco de la Presidencia Española del Consejo de la UE, tratará de concretar medidas para superar las conclusiones de una encuesta hecha en 2022 entre personal y estudiantes de 46 organizaciones de investigación y universidades de Europa.
Con más de 42.000 respuestas, el informe constató que 62% de las personas encuestadas aseguraba haber sufrido al menos una forma de violencia de género desde que empezó a trabajar o estudiar en su institución. Sin embargo, solo el 13 % de esas personas lo denunciaron y muchas de ellas sufrieron una «revictimización» porque no se logró dar «una protección real» a esas personas.
Se evidenció que la violencia psicológica era la forma de violencia más frecuente (57%); casi uno/a de cada tres estudiantes y personal afirmó haber sufrido acoso sexual (31%), mientras que el 6% había sufrido violencia física y el 3% violencia sexual, entre otras conclusiones.
Se trata de generar «un cambio estructural» después de haber constatado que la violencia en las universidades «no es un problema aislado» y que se produce entre estudiantes, profesorado y estudiantado, así como entre colegas académicos.
Se trata de generar “un cambio estructural” después de haber constatado que la violencia en las universidades “no es un problema aislado” y se produce entre estudiantes, profesorado y estudiantado, así como entre colegas académicos
«La buena universidad no es la que no tiene casos de acoso o de violencia, sino la que lo reconoce, lo visibiliza y sobre todo la que lo trata de forma adecuada» y se adoptan medidas de protección para quienes denuncian, ha sentenciado.
Según Bustelo, los casos «más mediáticos» son solo «la punta de un iceberg que está oculto y invisibilizado abajo y que tiene que ver con la vida cotidiana en las universidades y en la forma en que nos relacionamos».
Tras ese informe exhaustivo sobre cómo impactan las violencias de género en el mundo académico y de la investigación, el proyecto UniSafe pretende ahora dotar de herramientas operativas y recomendaciones a las universidades para afrontar el problema, ha indicado Bustelo.
«Se puede tener un muy buen programa y un buen protocolo» frente al acoso o la violencia, pero «otra cosa diferente es su puesta en práctica y ahí es donde aparecen muchas resistencias», ha lamentado, al tiempo que ha insistido en que faltan medios en los servicios de igualdad en las universidades españolas. «Clama al cielo y es muy difícil» que con esa falta de recursos se puedan investigar y afrontar esas situaciones, «por mucha militancia feminista y voluntariedad» de quienes trabajan en ellos, ha opinado.
En esa misma conferencia, mañana martes una delegación del Gobierno chileno detallará las leyes implementadas en ese país para afrontar estas situaciones. La asesora de género de la Subsecretaría de Educación Superior del Ministerio de Educación de Chile, Irune Martínez Rebolledo, va a presentar una ponencia sobre «los avances y desafíos en la erradicación de la violencia de género y la promoción de igualdad».
Ha relatado que tras el movimiento social del mayo feminista de 2018, en ese país «se impulsó una legislación que regula el acoso sexual, la violencia y la discriminación de género en educación superior, establece modelos de prevención, investigación y sanción para casos de violencia».
Además de la delegación de Chile, durante dos jornadas, expertos de otras universidades europeas como las de Dinamarca, Dublín, Oxford, Gotemburg y Chequia, entre otras, abordarán cómo debe ser la respuesta de las instituciones académicas ante las violencias de género.
Fuente: Magisnet