¿Qué aporta trabajar la lengua de signos en clase?
¿Te has parado a pensar alguna vez qué aporta la lengua de signos en el aula? Resulta evidente que este sistema de comunicación cumple una función social maravillosa, pero ¿qué beneficios reporta en la enseñanza? A continuación profundizamos en los beneficios que aporta a la enseñanza y te contamos cómo puedes trabajar este idioma visual en tus clases.
Según el Instituto Nacional de Estadística, más de un millón de personas en España son sordas. Suponen un 2,3 % de los habitantes de nuestro país. Aunque su situación mejora poco a poco, todavía existen deficiencias que conviene subsanar y trabajar entre todos.
La empatía es el principal valor para comprender a los demás y, en especial, a los distintos. Cuando tus alumnos consiguen ponerse en el lugar de los demás, aprenden muchísimo. Se preparan para la vida y potencian algunas de sus cualidades y destrezas.
Incorporar el lenguaje de signos en el aula es, a veces, una necesidad. La presencia de alumnos sordos en las clases implica la necesidad de interactuar con ellos a través de este sistema de comunicación.
Ahora bien, ¿podría ser positivo, también, para las personas que no tienen ninguna discapacidad auditiva? ¿Qué tipos de enseñanzas les podría proporcionar la lengua de signos?
Una experiencia de referencia
El colegio público cordobés Colón es un referente avanzado en la implementación de este recurso en la enseñanza. Tanto es así que algunas de sus clases se imparten en absoluto silencio.
Este centro de enseñanza hizo de la necesidad una virtud. Dado que contaba con nueve alumnos con discapacidad auditiva, decidió impartir la asignatura de lenguaje de signos. Lo hizo a los chavales de tercero y cuarto, con clases semanales.
Una consecuencia inmediata fue que los participantes en estas sesiones adquirieron recursos de comunicación para sordos e interactuaban más con ellos. Poco a poco, se naturalizó el manejo de esta lengua gesticulante. De hecho, algunos alumnos ‘hablantes’ saludan con él a sus profes por los pasillos.
Balance de lecciones y aprendizajes
Incorporar el lenguaje de signos en el aula es una estrategia polivalente y positiva. Te enumeramos a continuación algunos de los aspectos positivos que se derivan de su incorporación a las clases:
- Conocimiento de una nueva herramienta de comunicación. Aunque minoritaria, es real, práctica y valiosa para el desenvolvimiento cotidiano.
- Comprensión e integración de las personas con discapacidad auditiva.
- Reconocimiento de la función social y la importancia práctica del lenguaje.
- Aprovechamiento del silencio, desde el que se puede trabajar con eficacia.
- Desarrollo de la sensibilidad y la empatía.
- Valoración positiva del diferente.
- Coordinación y destrezas manuales adicionales.
- Adquisición de nuevos recursos para poner lo propio en común.
Fuente: Magisnet