Jaque mate a las diferencias
Jugar al ajedrez como refugio y vía de escape ¡para todos y todas!
Cada vez más profesores encuentran en los juegos una forma diferente de educar, de aplicar los temas que se estudian en clase pero dejando atrás los libros y las lecciones “interminables”. Algunos usan el trivial. Otros (más tecnológicos) el Kahoot. Habrá unos cuantos que recuerden jugar al “ahorcado” en clase de lengua. Pero los estudiantes más tímidos o con alguna dificultad de aprendizaje pueden quedarse aislados o tener reparos a la hora de participar con el resto de sus compañeros.
Tratando de derribar ese problema, Sonia Camino Mata y Rocío Paramá (orientadora escolar y Jefa de estudios del colegio Possumus) tomaron las riendas – o las fichas – y apostaron por el ajedrez como medio para hacer jaque mate a las diferencias.
“La intención principal detrás de todo era beneficiar al aquel alumnado que tenía dificultades en su desarrollo social, emocional y cognitivo. ¿Mi objetivo? Conseguir que, frente al tablero, toda diferencia desapareciera y que todo el alumnado pudiera brillar” cuenta Sonia.
Los comienzos fueron difíciles, ya que ajedrez nació como actividad extraescolar, entre un gran abanico de alternativas ofertadas y, seguramente, más atractivas para niños y niñas de entre 6 y 15 años.
“Pero creíamos en ello, así que compramos tableros y piezas, lo necesario para poder famiiarizar al alumnado con este juego. Aprovechábamos cualquier oportunidad para despertar su curiosidad. Durante los recreos les animábamos a conocer las piezas y a aprender la forma exclusiva y propia que cada una de ellas tenía para moverse” cuenta Sonia. Así, el peón, la reina, el caballo y todas las demás empezaron a formar parte de los temas de conversación que mantenían entre ellos animándose a hacer preguntas y a inscribirse en la actividad.
“El curso siguiente, pusimos en marcha el Programa ‘Ajedrez en el aula’. Conseguimos que esta herramienta pedagógica y lúdica mejorara el rendimiento académico del alumnado proporcionándoles habilidades cognitivas, pensamiento crítico, control de impulsos, pensamiento flexible… Alumnado con diferentes trastornos neurológicos y de conducta han encontrado su refugio en los hábitos y fórmulas fijas que proporciona este deporte. A través del ensayo y error, implementan estrategias de resolución de conflictos haciendo frente a las complejidades del mundo”.
Cada curso realizan un torneo donde la edad y los conocimientos sobre ajedrez no importan. Este año celebran la qunta edición, de manos de Brais Otero, entrenador y coordinador técnico del Club Xadrez Mos.
Fuente: Faro de Vigo