Silvia Robador: “Que toda la oferta sea dual puede ser muy positivo para la formación del alumnado”
La Formación Profesional ha sido degrada en favor de los estudios universitarios desde hace mucho tiempo. Sin embargo, la visión de la FP de los alumnos ha mejorado en los últimos años. Su educación tan práctica es una de las mayores ventajas que presenta. El Instituto Nebrija de Formación Profesional es un centro educativo innovador en los estudios de grado. Su directora, Silvia Robador, avala este crecimiento de la Formación Profesional.
¿Cuál crees que es el futuro de la Formación Profesional en el ámbito de la Educación Superior?
—Espero y creo que continuará creciendo, como ha venido haciendo en los últimos años, tanto en alumnado como en prestigio y en la demanda de las empresas. Cada vez irá adquiriendo un carácter más internacional con la incorporación en la misma del bilingüismo, con acuerdos binacionales y Erasmus. Y sobre todo, puede ser la respuesta ante necesidades de especialización y formación necesarias para nuevas profesionales.
¿Qué oferta de FP tenéis en vuestro instituto?
—Nuestra oferta formativa se compone de Grados Superiores, tanto en modalidad presencial como a distancia, y Cursos de especialización en las familias profesionales de: Administración y Gestión (Administración y Finanzas); Comercio y Marketing (Comercio Internacional y Marketing y Publicidad) e Informática y Comunicaciones (Administración de Sistemas Informáticos en Red, Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma, Desarrollo de Aplicaciones Web, Curso de Especialización en Ciberseguridad en Entornos de las Tecnologías de la Información y Programa de Especialización en Big Data).
¿Qué opinas de la nueva ley de Formación Profesional?
—Considero que la nueva ley de Formación Profesional ofrece claras oportunidades gracias a la integración en un único sistema; a la posibilidad de dobles titulaciones con otros países; al poder realizar una oferta más modular con microformaciones; la formación en competencias transversales; fomentar una mayor relación entre FP y Universidad, etc.
El que toda la oferta sea dual puede ser muy positivo para la formación del alumnado siempre que se articule bien. Es decir, las prácticas que se tendrán que realizar en el 1º curso, considero que deberían hacerse al final del mismo, cuando el alumnado ya haya recibido una base formativa y desarrolle unas competencias transversales básicas en el centro. Pero también creo que, ante este incremento de la dual, nos encontraremos con dificultades para que las empresas puedan acoger a los alumnos en prácticas y la nueva cotización de las prácticas formativas desde luego no va a ayudar.
¿Crees que la FP; a diferencia de algunos grados universitarios, está mejor dirigida al desempeño profesional?
—La Formación Profesional siempre se ha caracterizado por ser una formación muy práctica y con una alta tasa de empleabilidad. En el Instituto Nebrija trabajamos con una metodología de aprendizaje por proyectos que es lo que se van a encontrar en el mundo laboral. De todas maneras, yo siempre digo que no me gusta hablar de FP o de Universidad sino de diferentes opciones de itinerarios formativos. El alumnado podrá, si lo desea, cursar estudios universitarios al finalizar el Grado Superior de FP y además le van a reconocer ECTS.
¿No piensas que todavía queda mucho que hacer para presagiar la FP en nuestro país?
—Los próximos años creo que serán claves para ver el desarrollo de la FP en nuestro país. Todos conocemos el incremento de alumnado que ha habido en los últimos años, que cada vez es mayor la demanda por parte de las empresas de estos perfiles, la apuesta del Gobierno y el incremento del número de entidades que ofrecen Formación Profesional. Tenemos que observar cómo se aplican estos cambios legislativos y velar por mantener e incrementar la calidad de la formación para que continúe mejorando la imagen de la Formación Profesional.
¿Qué más podemos hacer en este sentido?
—Debemos ser más ágiles a la hora de crear nuevas ofertas formativas que den respuesta a las demandas de los diferentes sectores. No podemos tardar tres o cinco años en sacar una titulación o una revisión del currículo de una existente porque cuando se publica ya está obsoleta.
¿Qué opinión tienes de la FP Dual?
—Teniendo en cuenta que el tejido empresarial español está formado principalmente por pymes y micropymes, tendremos que ayudar a las empresas para que puedan acoger a los alumnos y formarles dentro de su entorno laboral, asegurándonos de que todo el alumnado de un grupo adquiera los mismos conocimientos y competencias independientemente de que realice la estancia en una u otra empresa.
¿Está pendiente en España una buena práctica de la orientación académica y profesional para que los alumnos sepan elegir sus estudios y trabajos?
—Totalmente. Cada vez me encuentro más jóvenes que no saben que estudiar y que desconocen los sectores con más oportunidades de empleo. Lamentablemente se orientan más por lo que han visto en una serie de televisión que por información del mercado laboral y de la oferta formativa. Considero que las empresas y las asociaciones sectoriales deberían participar más de la orientación en la etapa escolar.
¿Qué papel desempeñan las prácticas profesionales en vuestros estudios de FP?
—Las prácticas juegan un papel fundamental ya que, aunque durante el curso los alumnos van tomando contacto con empresas a través de proyectos, visitas, charlas y eventos que organizamos, es en las prácticas donde pueden poner a prueba los conocimientos y competencias que han adquirido, se enfrentan a una experiencia real de trabajo y, sobre todo, donde se les abre una oportunidad para finalizar las mismas con una oferta de trabajo, como ocurre en la mayoría de los casos.
¿Cómo valoras el alto porcentaje de jóvenes desempleados que tenemos en España?
—Como comentábamos antes, esto tiene mucho que ver con la orientación académica. Hay una clara desconexión entre las ofertas de empleo y lo que los jóvenes quieren estudiar. Hay sectores como pueden ser el energético, construcción, telecomunicaciones o transporte que están teniendo dificultades para cubrir sus necesidades de personal y para atraer talento porque parece que hay ocupaciones que no son atractivas para la juventud, pero muchas veces es por el desconocimiento que tienen de las mismas y por una antigua mentalidad de que el trabajo de prestigio es el de cuello blanco y maletín.