El Gobierno aprueba el calendario para implantar el nuevo sistema de FP
La ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, ha informado, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, de la aprobación de este calendario, que se produce después de que el Congreso diera luz verde el pasado mes de marzo a la Ley de Formación Profesional. Alegría ha destacado el consenso generalizado que ha habido con todas las comunidades para fijar el calendario de la nueva ley, que comenzará a desplegarse el próximo curso académico, el 2023-24, para completarse de forma definitivamente en el 2025-26.
La ministra ha insistido en que, para el Gobierno, la Formación Profesional «ha sido y es una apuesta estratégica», como evidencia el hecho, según sus palabras, de que la ley haya nacido «con un consenso amplísimo». También ha informado de que en la actualidad hay 1.100.000 jóvenes formándose en FP, un 23,4 por ciento más respecto al curso 2019-20, y que se han puesto en marcha 23 nuevas titulaciones, como robótica industrial y vinculadas con el medio ambiente o la sostenibilidad.
La titular de Educación ha recordado también que tenían el compromiso de financiar a las comunidades autónomas 200.000 plazas y que ya están en las 210.000, con la previsión de superar en 2024 las 300.000.
Por otro lado, el Gobierno ha dado luz verde al proyecto de Ley de Enseñanzas Artísticas, que afecta a 140.000 estudiantes, 14.000 docentes y 690 centros, y que acercará estos estudios a la universidad, además de establecer cuatro nuevos cuerpos docentes. La ministra portavoz, Isabel Rodríguez, ha explicado que el texto ha sido aprobado en segunda vuelta y será remitido al Congreso para iniciar su tramitación parlamentaria.
Por su parte, la titular de Educación, Pilar Alegría ha destacado que la futura norma «no solo reconoce, dignifica y mejora las enseñanzas artísticas, sino que cierra un circulo estratégico de país que empezó con aprobación de la ley de Educación (Lomloe), y siguió con las de FP, Ciencia y Universidades (LOSU)». «Una apuesta por la modernización del sector científico y educativo de España», ha enfatizado la responsable de Educación, al resaltar que desde hace 30 años no ha habido una legislación básica para englobar estas enseñanzas (Música, Danza, Arte Dramático; Conservación y Restauración de Bienes Culturales; Artes Plásticas; Diseño y Artes Audiovisuales).
Alegría ha destacado que el texto da respuesta a una demanda social del sector, que la respalda de forma mayoritaria. Aunque se mantiene su especificidad y carácter propio, el proyecto trata de acercar las enseñanzas superiores al modelo de las universitarias (ya que conducen a titulaciones equivalentes a todos los efectos); y las profesionales al modelo de la FP.
Los alumnos serán reconocidos como estudiantes universitarios a la hora de recibir una beca, en lugar de como alumnos de Bachillerato, como sucedía hasta ahora, además de mejorar sus vías de participación. También define formulas de carácter dual entre los grados superiores de enseñanzas artísticas y las prácticas en las empresas. «Se pueden establecer convenios con gobiernos autonómicos o el Ministerio de Cultura para quienes estudien Conservación y Restauración puedan hacer las prácticas en el Museo del Prado o en los distintos museos repartidos por España», ha detallado Alegría.
Respecto al profesorado, la ministra cree que la ley permite una ordenación más clara y facilita la promoción. Se crean cuatro nuevos cuerpos docentes: profesores y catedráticos de Enseñanzas Artísticas Superiores; y profesores y catedráticos de Enseñanzas Artísticas Profesionales. El proyecto de ley favorece la actividad investigadora del profesorado de los centros públicos y su contribución a la creación artística. También permite la homologación y el reconocimiento de los títulos de estas enseñanzas superiores en todo el espacio de la Unión Europea, y, según Alegría, incluye una nueva formación: la enseñanza de artes audiovisuales, «muy pegada a la propia realidad que ahora tenemos».
La responsable de Educación también ha subrayado que se abre la posibilidad de conceder la acreditación de competencias a muchos profesionales del sector sin reconocimiento académico, para que puedan tener un título o puedan mejorar sus expectativas profesionales o laborales. Por último, los centros tendrán más autonomía pedagógica y organizativa y podrán asociarse entre sí para crear Campus de las Artes.