Anna Sansalvadó: “La tecnología ha sido siempre vista como el aliado perfecto para la mejora educativa”
Unir actores, investigación, políticas y prácticas es el objetivo de EdTech Congress Barcelona. Nunca ha sido posible pensar la educación sin tecnología. Pero nunca ha sido tan importante hacerlo como ahora. En esta entrevista hablamos con Anna Sansalvadó, Clúster Manager de Edutech Clúster, donde reflexiona sobre las dos jornadas de congreso y exposición en las que se presentan las últimas innovaciones de las empresas edtech y donde se podrá compartir y establecer contacto con los líderes de educación nacionales e internacionales, equipos directivos de los centros educativos y universidades, responsables pedagógicos, de innovación y digitalización y representantes de la administración pública.
¿Cuáles son los puntos fuertes o aspectos más destacados de esta nueva edición del EdTech Congress Barcelona?
–La idea fuerza que articula esta edición es la de tender puentes entre la investigación, las políticas y las prácticas. Algo que debería ser lo habitual en todo sistema educativo pero que desgraciadamente no es así. Hay demasiada poca interacción entre investigadores, políticos, gestores, equipos directivos de centros, docentes, estudiantes, emprendedores y tecnólogos. Con demasiada frecuencia, quienes están en el día a día de la educación, esos estudiantes, equipos docentes, directivos o las mismas empresas de tecnología educativa que acabamos de mencionar, sienten que la investigación y las políticas educativas se piensan, se diseñan y se hacen desde lejos, desde fuera y desde arriba, sin tenerles en cuenta, ni escucharles.
La complejidad de la educación actual sólo puede abordarse desde una aproximación sistémica que priorice las relaciones y el intercambio de conocimientos entre todos los actores del sistema educativo. Difícilmente mejoraremos si la investigación educativa no responde a las preguntas que se hacen en las aulas y los claustros, tampoco si esa investigación no es tenida en cuenta a la hora de tomar decisiones sobre tecnologías en las instituciones educativas, o cuando se diseñan políticas educativas. De ahí que sea fundamental explorar mecanismos que permitan que toda esa investigación que se hace esté accesible, sea comprensible y pueda ser utilizada para informar la toma de decisiones por parte de los distintos agentes involucrados en lo educativo, desde los responsables de las políticas o las administraciones educativas a las propias instituciones educativas y las empresas de sector; los equipos directivos, los docentes y los estudiantes. Si queremos un sistema educativo que garantice el derecho al aprendizaje en una sociedad cada vez más tecnológica como es la nuestra y que responda mejor a los desafíos de nuestro tiempo, es fundamental provocar el encuentro y el diálogo entre todos los implicados y afectados por la tecnología en educación.
Asumiendo la dificultad de la tarea, el Congreso está diseñado para que se produzcan esos encuentros. Tanto por las temáticas, como por el tipo de sesiones, la selección de ponentes y las dinámicas que esperamos que se produzcan. Esperamos que todo ello conduzca a la interacción entre disciplinas, visiones y aproximaciones diferentes, a la conversación entre personas con responsabilidades diversas en el día a día de la educación.
¿A quién va dirigido el congreso y con qué objetivo se realiza la convocatoria?
–El congreso está dirigido a toda la comunidad educativa. Como acabamos de decir, el impacto de la tecnología en la educación es tan importante que difícilmente puede alguien permanecer al margen.
Las actuales tecnologías no son solo una caja de herramientas, un instrumento más o menos funcional y llamativo, sino que definen un nuevo entorno de vida y aprendizaje que está ampliando el concepto de alfabetización, modificando nuestra relación con los contenidos y los conocimientos, demandando nuevas formas de enseñanza y de aprendizaje y difuminando las fronteras entre lo formal y lo informal. Todas las instituciones educativas, especialmente las de educación inicial y reglada (Escuela, Centros de Formación Profesional, Universidades), tienen la responsabilidad de educar con y en tecnologías. Y deben hacerlo con urgencia, pero también con sentido crítico, yendo más allá de la ingenuidad solucionista o el pesimismo ilustrado, dos posturas que han caracterizado el debate sobre tecnología educativa en las últimas décadas.
Dicho esto, hemos querido enfocarnos en aquellos y aquellas que tienen la responsabilidad de tomar decisiones organizativas, pedagógicas y tecnológicas en sus instituciones educativas (centros educativos y universidades principalmente); en quienes están investigando sobre la relación entre educación y tecnología (investigadores e investigadoras); quienes tienen la responsabilidad de construir un horizonte de posibilidades hacia el que caminar y de establecer un marco de referencia que facilite y ayude a mejorar la educación (las administraciones educativas, los equipos directivos); quienes tiene responsabilidades en la integración de tecnologías en el día a día de las instituciones educativas (responsables pedagógicos, responsables TICs, coordinadores de los planes digitales de centro); y también, como no podía ser de otra manera, en el sector productivo y en las empresas de tecnología educativa.
¿Qué aprenderán los asistentes?
–Permíteme que haga una pequeña analogía previa. Sabemos que no hay una relación de causa-efecto entre enseñanza y aprendizaje. Por mucho que planifiquemos nunca estaremos seguros de lo que aprenden nuestros estudiantes. Decía Gary Fenstermacher que la relación entre enseñanza y aprendizaje es de dependencia ontológica, es decir, que a pesar de que no es una relación lineal y causal, la enseñanza no tendría razón de ser si no buscara provocar aprendizajes.
No sabemos si los asistentes al Congreso aprenderán algo o no, ni qué aprenderán pero hemos diseñado todo el Congreso para provocar la conexión, la reflexión y el aprendizaje. Estamos convencidos que el encuentro entre agentes del sistema educativo que normalmente trabajan por separado generará aprendizajes y que esos aprendizajes provocarán mejoras en todos los planos.
Como decíamos el objetivo principal del Congreso es acercar prácticas, investigación y políticas y con ese objetivo en la cabeza hemos estructurado los dos días del Congreso.
En el primero nos vamos a centrar en explorar y visibilizar todo lo que se está haciendo en el campo de la investigación en tecnología educativa y en el de las políticas europeas, estatales y regionales en tecnología educativa. Habrá conferencias, paneles de discusión y talleres que explorarán las relaciones entre investigación, políticas y prácticas.
El segundo día, lo hemos dedicado al impacto de la Inteligencia Artificial, no solo porque es en estos momentos un tema que ocupa y preocupa a la comunidad educativa, sino también porque representa un buen ejemplo de la confluencia entre investigación, políticas y prácticas que estamos buscando en el Congreso.
Con respecto a las temáticas del congreso, nunca había sido posible pensar en la Educación sin la tecnología, pero nunca había sido tan importante realizarlo como ahora. ¿Cree que ahora mismo la Educación no sería viable sin el uso de la tecnología?
–En realidad siempre ha existido una estrecha relación entre educación y tecnología. No debemos olvidar que la historia de la educación está llena de tecnología. Comenius, considerado fundador del orden escolar y de la pedagogía moderna, también pasa por ser el padre del libro de texto, probablemente la tecnología educativa que ha tenido un mayor y más duradero impacto en la historia de la educación.
La tecnología ha sido siempre vista como el aliado perfecto para la mejora educativa. Una mirada cuando menos naif que sostenía que bastaba con introducir la tecnología en el aula, para que ésta fuese utilizada, y como consecuencia se produjese la mejora. La realidad es mucho más compleja como bien sabemos después de varias décadas de investigación sobre mejora educativa y sobre tecnologías educativas.
Ser conscientes de este pasado, con sus luces y sombras, no nos debe llevar a ser pesimistas sobre el potencial transformador de la tecnología en educación ni, por supuesto, a abandonar la pretensión de educar con y en tecnologías. Si aceptamos que la escuela nos prepara para la vida, no hay duda de que debemos educar para una vida totalmente atravesada por tecnologías.
El campo de la tecnología educativa no es sólo el uso que podemos hacer de distintas tecnologías en la gestión de los centros educativos o en los procesos de enseñanza y aprendizaje, es también preguntarnos cómo podemos hacer más educativa la propia tecnología, y es también decidir qué debemos saber, qué competencia digital debemos tener en tanto que ciudadanos, para garantizar que la transformación digital que estamos viviendo no genere más inequidad y desigualdad social.
Si entendemos el rol de la tecnología en educación no como algo impuesto desde fuera, ni como un mero instrumento de eficiencia, sino como un elemento empoderador y liberador, entonces podremos decir que la tecnología es importante en educación para hacer de ésta un instrumento de empoderamiento de las personas y de mejora social.
Desde vuestro punto de vista, ¿cómo puede ayudar la Inteligencia Artificial a mejorar la Educación?
–De entre todas las tecnologías con las que convivimos, quizá ninguna tenga en estos momentos más impacto en nuestras vidas que la Inteligencia Artificial, desde los asistentes personales y los chatbots de atención al cliente a la recomendación de compras o productos audiovisuales. Es probablemente también el conjunto de tecnologías que más va a impactar, en el corto plazo, en el ámbito educativo. Pero no sabemos si la Inteligencia Artificial ayudará o no a la educación. Dependerá entre otras cosas de nuestra capacidad para abrir un debate sosegado y profundo sobre la propia Inteligencia Artificial como el que plantea este Congreso. Ni la aceptación acrítica de la misma, ni el rechazo sin más nos permitirán avanzar.
Es importante entonces pensar tanto en los desafíos que trae como las muchas oportunidades que puede suponer en el día a día de los centros educativos, las aulas y los estudiantes y los docentes. Desde el Cluster pensamos que es imprescindible abrir espacios de conversación sobre el impacto que la IA puede tener en los procesos de enseñanza y aprendizaje, también sobre los usos que, como docentes, como escuelas y como administraciones educativas podemos hacer para mejorar procesos claves en la gestión de la educación. Parece claro que bien diseñados y bien usados estos servicios basados en IA pueden ser de gran ayuda, pero nada es automático, ni la bondad de los procesos viene dada. Al contrario hay que trabajar para que así sea. Como sociedad en general y como agentes activos en la educación tenemos una responsabilidad en este ámbito. Desatender esta responsabilidad y creer que se autorregulará sin que tengamos que intervenir no solo es ingenuo, sino también peligroso.
Necesitamos explorar las posibilidades pero también los límites, las zonas oscuras y conflictivas que acarrea la IA. Quienes trabajamos en el mundo educativo tenemos que hacer todo lo posible para asegurarnos que el uso que hagamos de ella es realmente educativo y está comprometido con el derecho a la educación de todos sin excepción.
Incorporar el debate sobre la IA al ámbito educativo, tal y como decíamos con el debate sobre la tecnología en general, es más importante que nunca si de lo que se trata es de aspirar a una sociedad más justa y equitativa.
El Congreso cuenta con ponencias destacadas como Yong Zhao o Carlos Santana, entre otros. ¿Cuáles han sido sus criterios a la hora de elegir los ejes temáticos de este año?
–Los ejes temáticos responden, como decíamos antes, a esta idea fuerza que recorre todo el Congreso, que es acortar la distancia entre las necesidades, las prácticas docentes, el mundo de la investigación y el de las políticas en tecnología educativa. Todo el programa del congreso (ponentes, sesiones y formatos) está pensado y diseñado para servir a esa idea fuerza.
Hemos pensado que era importante dedicar el primer día del Congreso a entender mejor cómo funciona el mundo de la investigación y el de la política educativa; cuáles son los principales aprendizajes que nos arroja la investigación y cuál es la visión a medio plazo que está detrás de las políticas en tecnología educativa. Para lograr este objetivo hemos elegido a las personas que mejor nos pueden ayudar a abordar esta idea fuerza y hemos programado formatos que nos permitan explorar tanto los puntos de contacto como las aristas y los matices. Todas las personas que van a participar son referentes en sus ámbitos de trabajo, pero las hemos elegido también porque en su manera de trabajar, a pesar de las diferencias, encarnan los objetivos del Congreso.
Con el segundo día, como ya hemos dicho, buscamos no solo abordar una temática de absoluta relevancia ahora mismo, sino un ejemplo de donde la interacción entre los actores es imprescindible. Con Carlos Santana exploraremos el papel de la inteligencia artificial en la educación. Su ponencia se complementará con la mirada de cuatro directores y directoras de centros educativos que nos acercarán a las oportunidades y los desafíos que les plantea la IA.
Otro ejemplo interesante en el que se dan la mano las prácticas, la investigación, la tecnología, la regulación y el sector productivo es el de las microcredenciales, tema que abordaremos durante el primer día de la mano de dos de las universidades europeas que están a la vanguardia en este campo.
Todos los paneles, diálogos y talleres programados durante los dos días del Congreso responden a la idea fuerza de unir actores. Esperamos que esa sea la experiencia que vivan los asistentes.
Sobre Edutech Cluster, organización promotora del evento, ¿cuáles son sus principales líneas de actividad en este momento y qué novedades pueden contarnos de forma genérica sobre sus empresas asociadas de cara al próximo curso?
–El clúster está formado por más de 70 empresas representantes de todos los tamaños y de toda la cadena de valor del sector edtech a nivel nacional, que ofrecen soluciones innovadoras al servicio de la educación, con el objetivo de mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje en todas las etapas de la vida.
En el clúster trabajamos para promover la colaboración con todos los actores del ecosistema educativo, estableciendo un marco de trabajo conjunto que fomente la competitividad empresarial al servicio de la innovación educativa.
En este sentido las principales líneas de actividad del clúster pasan por:
- Acercar la reflexión y la compartición de la innovación del sector hacia la comunidad educativa, para la introducción de las mejoras en los procesos de enseñanza y aprendizaje.
- Acompañar a las empresas miembros en sus procesos de internacionalización.
- Analizar los principales retos del sector y fomentar la innovación aplicada a través de las empresas miembros.
- En este sentido estamos muy enfocados en todo el estudio y aportación que podemos afrontar con la IA en la educación.
Entre los proyectos que tenemos en marcha, cabe destacar:
Proyecto de desarrollo e implantación de estándares EdTech con tecnología Blockchain. El punto de partida es un escenario de protocolos regionales (Marsupial) con riesgos legales (GDPR) y soluciones privadas para la gestión de licencias. Como país, es necesario transformar la situación del sector edtech para llegar a un escenario con protocolos de interoperabilidad internacionales (LTI) que permitan cumplir la legislación en el ámbito de la privacidad de datos. En cuanto a la gestión de licencias se busca innovar a nivel mundial implementando una extensión del protocolo LTI en colaboración con los organismos internacionales responsables, 1EdTech.org y pilotando un desarrollo de gestión de licencias con arquitectura blockchain.
Edutech Clúster se erige como una entidad neutra para dar respuesta a los retos de las empresas del sector impulsando y desarrollando el proyecto global –definición de casos de uso, desarrollos, pilotaje, e implementación–.
El trabajo con la European EdTech Alliance (EEA), organismo formado por 26 clúster con más de 2600 empresas edtech y del que somos miembros fundadores. Con EEA trabajamos conjuntamente para compartir las mejores prácticas, comparar trabajos de investigación, aproximar la perspectiva del sector a los reguladores de las políticas, analizar los desafíos y preocupaciones comunes y resaltar las áreas de oportunidad dentro de nuestros respectivos mercados.
En el tejido empresarial que integra el clúster contamos a partes iguales con grandes empresas, pymes y startups. Cada vez vemos más clara la introducción del análisis de datos y la integración de la IA en todos los campos de aplicabilidad de éstas hacia el sector, la aportación en el campo de las competencias transversales y de las STEAM, la introducción en según qué etapas de las realidades inmersivas, y la aportación en los cambios en los modelos de enseñanza-aprendizaje con la combinación de formatos y la tecnología como facilitadora.