Un buen uso del ChatGPT exige activar el pensamiento crítico del alumno
Ante la irrupción de esta tecnología, varios profesores de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona han explicado su experiencia con el ChatGPT. Uno de estos docentes es el profesor de Matemática aplicada Manel Sanromà, que ha propuesto a sus estudiantes de primer curso del grado de Ingeniería Matemática y Física un ejercicio con ChatGPT.
El profesor ha reconocido que la aparición de esta tecnología le generó la misma sensación que la aparición de Internet y considera que las organizaciones educativas «no pueden darle la espalda». Por ello, Sanromà decidió integrar el ChatGPT en el examen de Álgebra Lineal, que es la base matemática del aprendizaje de máquinas y la tecnología que está en el corazón de la explosión de la IA.
La prueba planteada por el profesor consistió en pedir al ChatGPT que elaborase cuatro afirmaciones sobre independencia lineal de vectores y que dos de ellas fuesen verdaderas y las otras dos, falsas. Los estudiantes, a su vez, debían razonar en qué afirmaciones acertó y en cuáles se había equivocado la tecnología. En el proceso, los estudiantes observaron que la máquina solo fue capaz de formular correctamente una de las afirmaciones porque –según el profesor– «el algoritmo no tiene ninguna idea de su validez lógica» y es «solo un generador de frases correctas».
Sanromà ha aventurado que «en cuestión de semanas, el buscador de Microsoft llamado Bing incorporará sus respuestas elaboradas a las búsquedas», por lo que Google «puede pasar de tener el monopolio de búsqueda a ser el segundo o tercer buscador». El profesor también prevé que el paquete de software Microsoft 365 «incorpore el nuevo sistema a las aplicaciones y podremos pedirles que elaboren el contenido que queramos en lenguaje natural». Como ejemplo, ha citado que un Power Point «podrá generar una presentación del tema que le pedimos en el número de diapositivas que le indiquemos».
Por su parte, para el catedrático de Lenguajes y Sistemas informáticos experto en lógicas para la IA de la misma universidad, Antonio Moreno, ChatGPT «no es una base de conocimiento con complejos mecanismos de inferencia asociados, ni una herramienta a la que le hagas una pregunta y vaya a la web a buscar la posible respuesta», sino que «es simplemente un modelo de lenguaje, aunque sofisticado».
Sobre este punto, la catedrática de física y experta en análisis y predicción de datos de la URV, Marta Sales, ha vaticinado que «el mayor peligro es que esta herramienta se convierta en la fuente principal de información». Para esta docente, se trata de una tecnología «útil, pero debes saber aplicar el pensamiento crítico y contrastar la información que te ha proporcionado», una afirmación en la que los tres docentes han coincidido.
Según Sanromà, la herramienta también afectará a la investigación, ya que «los artículos científicos los escribirá la máquina» y uno tendrá que modularlos. Sobre esta afirmación, Marta Sales ha matizado que para escribir revisiones y contexto de los proyectos de investigación, el ChatGPT «puede ser inspirador» pero «no será útil si haces investigación innovadora o estudias cuestiones inéditas».