La Educación privada obtuvo un resultado de 756 millones de euros en el 2020-21, un 27% más
La Educación privada obtuvo un resultado de explotación de 756 millones de euros durante el curso 2020–21, con un incremento del 27% respecto al curso 2014–15, cuando se realizó la anterior Encuesta de Financiación y Gasto de la Enseñanza Privada del Instituto Nacional de Estadística (INE). A la hora de interpretar los resultados debe tenerse en cuenta que pueden estar afectados por la atípica situación del año 2020, causada por las restricciones de movilidad debidas a la pandemia de Covid–19, adivierte el INE.
Los resultados por alumno aumentaron un 4,6%, respecto a la encuesta precedente en la Educación no universitaria (hasta 151 euros por alumno) y un 23,7% en la universitaria (hasta 742 euros por alumno). La enseñanza no universitaria privada generó el 54,2% de los resultados de explotación y la universitaria el 46,2%. En la edición anterior la distribución fue del 64,7% y del 35,3%, respectivamente.
La Administración pública aportó el 57% de los ingresos corrientes de los centros de Educación no universitaria y el 2,8% de los centros privados universitarios. Ambos porcentajes fueron similares a los del curso 2014–15. Desde el punto de vista de los hogares, la Educación privada no universitaria supuso un coste medio en cuotas de enseñanza de 1.421 euros por alumno en el curso 2020–21. Por su parte, el coste medio de la enseñanza privada universitaria fue de 5.604 euros.
La enseñanza privada no universitaria obtuvo un resultado positivo de 408 millones de euros en el curso 2020–21, lo que supuso un aumento del 6,5% respecto al curso 2014–15 y los ingresos corrientes que percibieron los centros educativos de enseñanza privada se situaron en 12.533 millones de euros (4.621 euros por alumno, frente a los 4.138 del curso 2014-15). El 57% de los ingresos corrientes procedieron de la Administración Pública, el 40,4% de las cuotas pagadas por los hogares y el 2,6% restante de transferencias o de otros ingresos privados (donaciones, pagos de asociaciones de padres, concesiones de servicios…). Esta distribución fue similar a la del curso 2014-15.
Las subvenciones públicas aportaron una media de 2.632 euros por alumno, un 17,3% más que en el curso 2014-15. Por comunidades autónomas, la subvención media por alumno alcanzó sus mayores cotas en País Vasco (4.174 euros) y Navarra (3.607). Los niveles más bajos se registraron en Comunidad de Madrid (2.138 euros) y Canarias (1.687).
Por su parte, las cuotas anuales que pagaron los hogares al centro alcanzaron una media de 1.868 euros por alumno. Por comunidades autónomas, los hogares de Cataluña (2.832 euros), Comunidad de Madrid (2.720 euros) y Canarias (1.859) fueron los que más pagaron en cuotas por alumno. Por el contrario, las cuotas más bajas en Educación no universitaria se abonaron en Extremadura (481 euros) y en las ciudades de Melilla (288) y Ceuta (66).
Analizando la estructura de los ingresos corrientes por nivel educativo, la principal aportación de los hogares se dio en el Bachillerato, con 3.849 euros, frente a los 1.343 euros que aportó el sector público. En Infantil de primer ciclo los hogares aportaron 2.462 euros en media, frente a 824 del sector público. En el resto de niveles educativos, la financiación pública tuvo mayor peso, principalmente en FP Básica y similares (con 4.628 euros, frente a 780 de los hogares) y en la ESO (3.337 euros de media, frente a 1.687 de los hogares).
Gastos corrientes
Los gastos corrientes de los centros educativos de Privada no universitaria ascendieron a 12.124 millones de euros, lo que supuso 4.471 euros por alumno, frente a los 3.901 del curso 2014–15. El 71,6% de los gastos se destinó a retribuciones del personal, el 27,8% a gastos en bienes y servicios y el 0,6% al pago de impuestos. Los gastos de personal más bajos se dieron en la Infantil (2.343 euros por alumno) y los más elevados en FP Básica y similares (4.574 euros por alumno).
Resultados corrientes por niveles educativos y tipo de centro
En los niveles no universitarios, los resultados corrientes fueron positivos, salvo en los estudios de Infantil de primer ciclo. Los mejores resultados por alumno se obtuvieron en las enseñanzas profesionales de grado superior y de grado medio (con 434 y 271 euros, respectivamente) y en el Bachillerato (196). Por el contrario, en la Infantil de primer ciclo los resultados corrientes por alumno fueron negativos (–180 euros).
En centros concertados cursaron un total de 2.198.212 alumnos (el 81% del alumnado de Privada), de los cuales, el 92,9%, acudió a aulas concertadas y el 7,1% a aulas no concertadas. La Administración pública subvencionó el 73,9% de los gastos corrientes de los centros concertados. En los centros no concertados este porcentaje fue del 2,1%.
Los centros no concertados obtuvieron unos resultados corrientes de 399 euros por alumno, con un incremento del 8,1% respecto al curso 2014–15. En los centros concertados, los resultados corrientes fueron de 93 euros por alumno, un 2,1% menos que en 2014–15. En cuanto a la estructura por alumno, los centros concertados presentaron unos gastos por alumno menores que los centros no concertados, aunque tuvieron unos gastos de personal más elevados.
Por su parte, los ingresos de los centros concertados fueron menores que los de los no concertados, excepto en los percibidos por subvenciones públicas. Los centros no concertados tuvieron unos gastos corrientes de 4.958 euros por alumno y unos ingresos de 5.357 euros. En los concertados, los gastos por alumno fueron de 4.356 euros y los ingresos de 4.449, presentando diferencias según si el aula es concertada o no.
Servicios complementarios
Los hogares abonaron por los servicios complementarios ofertados 1.213,5 millones de euros en el curso 2020–21, lo que supuso el 9,7% de los ingresos (el 8,5% en centros concertados y el 13,8% en los no concertados). De esta cifra el 75,5% correspondió al comedor, el 7,8% al transporte , el 2,7% al cuidado de niños antes o después del horario escolar, el 1,1% a residencia y el 13% a otros servicios (como “tupper escolar”, gabinete psicopedagógico, enfermería ,…). Las administraciones públicas proporcionaron 122 millones de euros en subvenciones destinadas a estos servicios.
El servicio complementario más demandado fue el de comedor, con 986.516 usuarios (el 36,4% de los alumnos). El cuidado infantil tuvo 122.686 usuarios (el 5,0% de los alumnos) y el transporte 116.785 usuarios (el 4,3%). Los hogares abonaron por el servicio de comedor una media por usuario de 899 euros en centros concertados y de 1.003 euros en los no concertados. Por cuidado infantil los hogares pagaron 259 euros en los centros concertados y 282 en los no concertados. Y por transporte abonaron 633 euros en los concertados y 1.081 en los no concertados. En todos estos casos los importes pagados por los hogares fueron similares a los del curso 2014-15.
Efectos de la Covid-19 en el curso 2020-21
Según la metodología de la encuesta, los centros pueden responder a los datos económicos con referencia al año 2020 o al curso escolar 2020–21. Esto permite hacer una comparación entre el periodo en el que hubo restricciones de movilidad y el periodo posterior al mismo. Observando la estructura económica, tanto los ingresos como los gastos por alumno fueron inferiores en el periodo de las restricciones (datos referidos al año 2020). Los ingresos fueron aproximadamente un 15,6% menores (10% en centros concertados y 32,6% en centros no concertados) y los gastos corrientes un 14% menores (8,9% en centros concertados y 30,9% en los no concertados).
La pandemia afectó especialmente a los servicios complementarios. La diferencia de ingresos por usuario más elevada se produjo en el servicio de Residencia, con 2.686 euros en el periodo de restricciones de movilidad, frente a 5.464 euros del periodo que ya no las había (un 50,8% menos). En el servicio de comedor se obtuvieron unos ingresos por alumno de 701 euros, frente a 1.060 euros (un 33,8% menos). En transporte fueron 655 euros, frente a 903 euros (un 27%) menos) y en cuidado infantil 233 euros frente a 281 euros un (17,7% menos). Aunque en el periodo se redujeron tanto los gastos como los ingresos, la pandemia generó mayores distorsiones en estos últimos.