Uno de cada tres adolescentes podría estar siendo víctima de acoso escolar
Hoy se celebra el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso en la Escuela, incluido el Ciberacoso. Desde Unicef España han querido recordar lo fundamental que debe ser el coordinador de bienestar y protección para poder detectar la violencia dentro de las escuelas. Según el informe «Impacto de la tecnología en la adolescencia. Relaciones, riesgos y oportunidades» se ha determinado que uno de cada tres adolescentes podrían estar sufriendo acoso escolar y que dos de cada diez alumnos podrían ser víctimas del ciberacoso.
Este tipo de conductas violentas tendrían como consecuencia el deterioro de la salud y del bienestar mental de aquellos jóvenes que sufren estos tipos de acoso. Sin embargo, solo el 3,3% de los adolescentes diría que está sufriendo acoso escolar y el 2,2% ciberacoso. Por “Mi físico”, “Ser diferente”, “Porque me tienen manía” o simplemente porque “era una broma”, son algunos de los principales motivos por los que los jóvenes este tipo de violencia.
Los niveles de bienestar emocional, integración social y satisfacción con la vida son sensiblemente menores entre quienes sufren acoso escolar. Las tasas de depresión grave llegan a multiplicarse por cinco si se compara con los no implicados, y las de ideación suicida por cuatro. En más de la mitad de los casos la situación de acoso se prolonga meses, o incluso más de un año. Aunque lo habitual es que cuando los adolescentes sufren acoso lo comuniquen durante el primer mes.
El director ejecutivo de Unicef España, José María Vera, expone que el coordinador de bienestar es una figura que tiene un rol clave a la hora de la prevención de los casos de acoso y violencia. Las alumnas Rocío y Rebeca comparten la idea de que la figura de un coordinador puede ayudarles a solucionar sus problemas. Creen que es el indicado para cortar los problemas de raíz y para que no se sientan solos ante situaciones de este calibre.
La figura del coordinador de bienestar se ha empezado a implantar en este curso escolar 2022-23, tal y como establece la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia (Lopivi). Tiene como funciones : promover entre profesorado, alumnado y progenitores formación en esta materia ; coordinar los casos que requieran la intervención de los servicios sociales y ser el referente principal para que los niños, niñas y adolescentes comuniquen posibles casos de violencia.
Además, promueve medidas que aseguren el máximo bienestar y la cultura del buen trato; fomentar la resolución pacífica de conflictos; informar de los protocolos en materia de prevención y protección ;promover el respeto a alumnos y alumnas con discapacidad o con alguna situación de vulnerabilidad; informar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de las situaciones que supongan un riesgo para un menor y coordinar un plan de convivencia en el centro educativo.
Unicef España ya publicó una serie de recomendaciones de cara a la implementación de esta figura en los centros escolares.