El 30% de los jóvenes confiesa no saber gestionar su privacidad en entornos digitales
Un estudio de la UOC ha analizado la relación del nivel de alfabetización digital con la perspectiva de una posible brecha de género en la población joven de España en el nuevo contexto mediático. La encuesta se realizó a más de 600 jóvenes de ambos géneros de entre dieciséis y dieciocho años sobre sus propias competencias y conocimientos críticos del entorno digital. El estudio extrajo por sexo que un 71 % de las jóvenes maneja bien los distintos perfiles de su identidad digital, frente al 66 % de los jóvenes.
En la encuesta se contemplan diversas capacidades, como son competencias técnicas (referidas al manejo de dispositivos y habilidades mínimas para acceder al entorno digital) y competencias informacionales (relativas a la evaluación de los contenidos que se consumen y a la sociabilidad en línea). Todo ello, teniendo en cuenta diferentes aspectos que posibilitan una conciencia crítica del entorno digital.
El investigador del doctorado de Humanidades y Comunicación de la UOC, Pedro Fernández de Castro, apunta que gracias a este trabajo se pueden indagar las posibles tensiones y necesidades que puedan emerger en el diseño de futuros programas de educación mediática y digital con perspectiva feminista y crítica.
Las jóvenes, con más competencias sociales
Las conclusiones se agruparon en dos tipos: por un lado, las referidas a las competencias técnicas e informacionales y a los conocimientos críticos; por el otro, los aspectos relacionados con la igualdad y la brecha de género en términos de autopercepción por parte de los jóvenes.
Las mujeres se autoperciben con un mayor nivel de competencias informacionales y sociales en el entorno digital que los hombres, mientras que los chicos consideran que tienen más conocimientos críticos que las chicas.
Fernández de Castro añade que estos datos abren la reflexión sobre cómo histórica y culturalmente la tecnología, como concepto y construcción social, está vinculada a la masculinidad y tiene un rol clave en las desigualdades de poder entre géneros y, por tanto, en la reproducción de la lógica patriarcal.
Mejorar la formación y fomentar la igualdad
Los autores señalan que una parte muy importante de la juventud se considera nativa digital, una definición que no implica tener habilidades digitales. Es más, más del 30 % presenta diversas disfunciones tanto competenciales técnicas como informacionales en aspectos como la configuración de servicios digitales y herramientas para aumentar la privacidad y el anonimato en línea o en el manejo de plataformas de gestión de contenidos en entornos multimedia.
En este sentido, la propuesta de esta educación digital debe incluir una mirada crítica para que no se oriente únicamente a la formación de empleados que se ajusten a las necesidades del mercado laboral. También debe amoldarse a la conformación de una ciudadanía activa, participativa y con capacidad crítica.
Además, con el objetivo de conseguir una mayor equidad en las competencias de la juventud, los expertos señalan que es necesario incluir algunos de los aspectos de las teorías feministas en el ámbito tecnológico. «Es importante que la educación digital tenga como una de sus bases los feminismos que han estudiado la relación del género con la tecnología, incluyendo las diversas perspectivas y propuestas interseccionales que contribuyen a elaborar una conciencia crítica de lo digital», señala el experto.
Así, esta perspectiva de género permitirá diseñar y elaborar propuestas y estrategias educativas en competencias digitales. «Este tipo de programas deben ir destinados a fomentar la promoción de una ciudadanía digital activa y crítica. Eso sí, no debe tratarse simplemente de superponer ambos campos como si fueran capas, sino que han de integrarse formando un conjunto de materias propiamente diseñadas», concluye Fernández de Castro.
Este trabajo ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y forma parte del proyecto de I+D Educación social digital: juventud, ciudadanía activa e inclusión. La investigación de la UOC favorece los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) 4, educación de calidad; 5, igualdad de género, y 10, reducción de las desigualdades.