Sí, necesitamos (y mucho) las tutorías
Y es que si queremos que las cosas funcionen, las tutorías son una parte muy importante. Son un cajón en el que intervienen varios componentes: no solo los maestros, también los padres, un horario, unas tareas y una coordinación.
Por un lado, los tutores de los niños son también, en este sentido, sus psicólogos, y las tutorías sirven para detectar o tratar los problemas que presentan durante las clases.
Por el otro, la tutoría funciona, incluso, como una especie de escuela de padres. “La confianza es importantísima, aunque por desgracia, los padres que se muestran más participativos suelen ser los de los alumnos que menos lo necesitan”.
Esto nos cuenta Julio Díez, del sindicato de profesores ANPE GALICIA, al que le hemos trasladado la última polémica, en la que una presentadora de televisión ironizaba sobre la necesidad de tutorías al principio de curso, señalando que la urgencia viene porque es una hora libre para los profesores.
“¿Muy pronto? La tutorización empieza incluso antes del curso. No es una cita que se haga por capricho, ni los padres deben esperar a que los llamen. Las tutorías al comienzo del año escolar preparan al docente para conocer a los niños, saber con que nivel empiezan, si hay algún problema, detectar necesidades… lo que ayudará a enfocar el año de forma óptima”. Una tutoría es, al fin y al cabo, la mejor y más directa relación entre el centro y las familias. Como destaca Julio, la enseñanza necesita de su colaboración: “tener a los padres al lado y no al frente”.
“La tutoría no es una cita que se haga por capricho, ni los padres deben esperar a que los llamen”
Sobre este papel también interviene el Defensor del Profesor, que nos habla de la función primordial que ocupan en esta tarea: “Toda a comunidade educativa (nós como docentes e eles como pais e nais) loitamos por un interese común. Polo tanto, a comunicación coas familias debe ser fluída e viceversa. Deben ser unha canle bidireccional que nos permita coñecer en profundidade todo o que ten que ver cos estudantes”.
Así, las tutorías son la ocasión de profundizar en cuestiones que necesitan tratarse de forma directa y en un ambiente que propicie la apertura de las inquietudes y problemas que necesitan atención. Por un lado para las familias, que suelen centrar especialmente sus preguntas a temáticas de comportamiento (cómo se portan en el aula, cómo va su avance académico y su relación con los compañeros y otros profesores). Por el otro, para los propios estudiantes, que encuentran un lugar en el que el tutor o tutora se convierte en un confidente.
“A comunicación coas familias debe ser fluída, debe ser unha canle bidireccional que nos permita coñecer en profundidade todo o que ten que ver cos estudantes”
“A profesión docente en particular, e o ensino en xeral son grandes descoñecidos para a sociedade” terminan desde ANPE. “Vivimos nunha sociedade que se permite opinar, como sentando cátedra, de política, de fútbol e de educación. A titoría é unha tarefa importante dentro do proceso educativo (tanto no relativo ás familias como ao propio alumnado). Estar formado, preparado para afrontar as problemáticas sociais, familiares, relacionais que poidan ter os estudantes é unha tarefa máis que os e as docentes galegos afrontamos con esforzo, dedicación e profesionalidade”.
Y es que de las tutorías, sea con los alumnos, las familias u otros maestros, depende, en gran medida, el éxito del curso escolar.
“Es una hora libre”
Sobre el tan criticado “es una hora libre y pagada para los profesores” Julio suelta una risa ahogada. De hecho, es al revés: “Pedimos reconocimiento económico y administrativo y mayor liberación horaria para su desempeño”.
Por su parte, el Defensor del Profesor nos explica exactamente cómo se organizan estas reuniones entre padres, madres y docentes dentro del horario lectivo y fuera de él: “Xeralmente temos asignada unha hora lectiva do noso horario para a atención de pais e nais. Sen embargo, en ocasións deben concertarse citas fóra dese horario preestablecido para cubrir as necesidades de quen, por diversas cuestións, non pode acudir. O importante é falar do proceso educativo dos seus fillos, e sempre se buscará unha maneira”.
Una vez encontrado el horario perfecto, la tutoría podría incluso llevar más de una hora, ya que, como insisten, dependerá de la situación a abordar, de la disponibilidad de los participantes y de las cuestiones que quieran abordar en la familia: “Unha hora, hora e media… O importante é transmitir que, cando se trata de falar da educación dos seus fillos e fillas, ningúen dende o centro lles vai a meter présa nin o reloxo en marcha para limitarlles o tempo. As cuestións que máis preocupen deben abordarse sempre, leve o tempo que leve”.