Patricia del Valle: “No podemos obviar que estamos en el aula con la verdadera sociedad digital”
Actualmente Patricia del Valle es profesora de Educación Infantil en el CEIP “Legazpi” de Arroyomolinos. Sin embargo, un inesperado premio llegó a su vida por su trabajo en un centro educativo anterior. Del Valle ha ganado el Premio ‘Mejor Docente de Educación Infantil de España’. Se trata de un premio al que le nominaron las familias por su trabajo durante el curso pasado, puesto que en ese momento ejercía en el CEIP “Averroes” de la misma localidad. En ese centro ha estado desde su apertura, que fue en el curso 2016-17, y durante tres cursos completos pudiendo acabar la promoción que empezó. Esto se debe a que es interina. Por eso, esta profesora anima a todos los compañeros interinos a que sigan luchando por conseguir una plaza porque según explica del Valle no importa las veces que se haya intentado, no hay que desistir en ello y hay que seguir escalando esa montaña hasta llegar a la cima.
¿Qué supone haber recibido el Premio ‘Mejor Docente de Educación Infantil de España’?
—Lo primero que quiero decir es que no me considero mejor que nadie, hay muchísimos docentes que trabajan y se vuelcan al 100% por sus alumnos y la Educación de los más pequeños. Si estoy en este momento aquí es porque me nominaron las familias de mis alumnos. El haber recibido este premio es para mí un gran honor, es un reconocimiento al trabajo que he realizado con mis alumnos durante los tres cursos que hemos estado juntos y les estoy muy agradecida a las familias por valorarme y quererme tanto. Este reconocimiento me da fuerzas para seguir hacia delante y seguir estudiando para conseguir la plaza de una vez por todas, además de seguir trabajando en el aula como lo he hecho hasta ahora.
Este premio ha sido gracias a las familias. ¿Por qué te han valorado tan positivamente?
—Sinceramente no lo sé. Para mí ser maestra es algo vocacional y pienso que esas ganas y esa ilusión se pueden llegar a trasmitir a los demás. Cada mañana me despierto con ilusión y con ganas de ir a clase para estar con mis alumnos enseñando y aprendiendo porque cada día ellos también me enseñan algo nuevo. Mi principal objetivo es que vengan a clase contentos y felices y muchas veces las familias, en diferentes situaciones, me han comentado que eso para ellos es muy importante.
¿Qué requisitos tenías que cumplir?
—Una vez que se hicieron públicas las nominaciones, el comité de baremación de méritos nos envió un documento con seis dimensiones que teníamos que cumplimentar referidas a una serie de méritos realizados durante el curso 2018-19. Esas dimensiones son públicas y se pueden encontrar en la web de mundo educa. Cada dimensión y sus subapartados tienen una puntuación diferente.
¿Cuántos años llevas como docente?
—Llevo trabajando como docente desde que terminé la carrera en 2003, concretamente desde septiembre de ese año en el que empecé a trabajar en una escuela de la Comunidad de Madrid de gestión indirecta. Estuve trabajando unos años en el primer ciclo de Educación Infantil y después decidí opositar al cuerpo de maestros. Comencé a trabajar en el segundo ciclo de Infantil en colegios públicos en noviembre de 2008 y a día de hoy sigo en la escuela pública.
¿Qué te llevó a querer serlo?
—Desde muy pequeña he querido ser maestra y creo que en esto tuvo que ver mucho mi profe de Infantil, Toñi. La verdad que guardo muchos recuerdos de esa etapa desde el equipo en el que me sentaba (las estrellas azules) hasta distintas fiestas y actividades que llevábamos a cabo. En la clase éramos un grupo mixto de niños de 4-5 y 5-6 años.
Los niños a los que les das clase son nativos digitales, ¿cómo introduces las nuevas tecnologías en el aula?
—Trabajo las TIC no solo como una herramienta de aprendizaje, sino como un hilo conductor de mi aula. Su aprendizaje les ayuda a pensar y reflexionar sobre los problemas y situaciones que les surgen. Además, les conecta con su realidad más actual, ya que no podemos obviar que estamos en el aula con la verdadera sociedad digital. Lo primero que hago es sentar las bases a través del cuerpo, principalmente a través de series, luego de orden mediante juegos de lógica, etc. todo ello a través de la manipulación y vivenciando con el propio cuerpo. Una vez hecho esto, vamos trabajando las TIC de forma lúdica, incorporándolas a través de los proyectos que vamos realizando o durante la asamblea y enseñándoles también a utilizarlas de forma adecuada y responsable.
En Educación Infantil el maestro es un referente clave para los niños, ¿de qué forma consigues ser un modelo positivo para ellos?
—Considero previamente esencial crear un clima de seguridad, afecto y confianza en el aula donde mis alumnos se sientan queridos, valorados y seguros. Un ambiente gratificante donde todos sean partícipes y donde las características individuales de cada uno son valoradas y potenciadas. Donde todos juntos con nuestras peculiaridades consigamos formar un equipo único en el que nos ayudamos los unos a los otros, así vamos creciendo y aprendiendo siempre de una manera lúdica y divertida. Además de ir poco a poco educando en la empatía.
¿Cómo consigues mantener la atención de los niños tan pequeños?
—Trabajando de forma lúdica, haciendo que el aprendizaje sea un juego y con actividades variadas en las que estén activos y no sean meros espectadores, ya que ellos son los verdaderos protagonistas del aprendizaje. Considero importante que las actividades que llevo a cabo en el aula les resulten atractivas y tengo en cuenta sus gustos e intereses y los incorporo a la clase para trabajar diferentes contenidos del currículo. Me gusta que participen en los diálogos en la medida de sus posibilidades y variar los agrupamientos, así como los espacios donde realizamos las actividades.
¿Qué método pedagógico sigues para introducir a los niños en la lectoescritura?
—Trabajo la lectoescritura haciendo que el aprendizaje sea lúdico y funcional, apoyándome en la manipulación, la experimentación y el juego. Además de respetar siempre el ritmo madurativo de cada uno de mis alumnos. Las actividades que realizo son muy variadas, motivadoras y lúdicas. En cuanto a los agrupamientos realizo actividades individuales, en pequeño y en gran grupo.
¿Cuáles son los inconvenientes con los que te has encontrado a la hora de desempeñar tu trabajo?
—Muchas veces me he encontrado en diferentes colegios una ratio demasiado alta. He llegado a tener 28 alumnos y esto dificulta llevar a cabo uno de los principios de intervención educativa como es la individualización. Con una ratio más reducida podríamos desempeñar mejor el trabajo. Por otro lado, creo que la detección temprana es importante y cada centro debería disponer de un orientador porque el mismo orientador atiende en varios colegios a la vez y tiene una gran cantidad de protocolos que valorar, entre otras cosas. También creo que debería haber más profesionales de Pedagogía Terapéutica y de Audición y Lenguaje, ya que son necesarios.