Consejos para quitar el pañal al niño en verano
El verano es el mejor momento para que los niños que aún usan pañal, paulatinamente, dejen de depender de él para hacer sus necesidades y aprendan a controlar su esfínter. Es necesario que los padres tengan en cuenta una serie de consejos a la hora de abordar este cambio en esta etapa decisiva para la madurez del niño. “No hay una edad ideal para quitar el pañal”, señala Nuria Mariño, pedagoga perteneciente a la Asociación Profesional de Pedagogos y Psicodegagos de Galicia (Apega). Sin embargo, suele ser a partir de los 2 años (aunque hay niños que continúan con escapes pasados los 3 años).
Puede ayudar a saber cuándo es el momento adecuando cuando los padres si ven que ya no moja constantemente el pañal, avisa cuando está sucio y no le gusta llevar el pañal mojado…
¿Por qué es el verano la mejor época para llevar a cabo este proceso? “Realmente no es que el verano sea mejor época que otra, pero si es la más cómoda, puesto que en verano necesitamos menos ropa y si el niño tiene un escape hay menos problemas para el cambio de ropa y con el frío, como en otra estación”, explica Mariño. También, apunta que se escoge esta estación y edad porque es el momento previo al inicio de la etapa escolar del niño.
Pasos a seguir
Lo primero que recomienda Mariño es evitar las prisas y los agobios. No se trata de un proceso inmediato, puede prolongarse un mes y medio o incluso más. Cada niño tiene su propio ritmo, por eso es importante respetarlo.
“No existe una técnica infalible”, explica la pedagoga, pero si hay algunas pautas que pueden ayudar:
- Explicarle que va a tener que dejar de llevar pañal porque ya se ha hecho mayor (contárselo con un cuento puede ayudar).
- Al inicio, no eliminar el pañal de la siesta ni el nocturno, éstos tardará más en dejarlos.
- Comprar un orinal o un reductor del WC (con lo que el bebé se sienta más cómodo).
- Los padres pueden continuar con un pañal normal o “braguitas pañal” en los primeros días para esos escapes que van a surgir. Estas últimas son muy cómodas y el niño/ las puede bajar y subir solo, adquiriendo mayor autonomía.
- Tratar de que el niño lo haga todos los días a las mismas horas o parecidas.
- Preguntarle a menudo si tiene ganas de hacer pis y proponérselo cada 20 min (tiempo orientativo) en el orinal (no más de 5 min).
- Llevar al niño al orinal al levantarlo por la mañana, después de comer y al levantarse de la siesta. “No se trata de que esté sentado hasta que haga algo, sino de que adquiera el hábito y la rutina” añade la especialista.
- Cuando veamos que lleva varios días depositando en el orinal pueden empezar a sacarle la “braguita pañal” a ratitos, hasta que ya no le haga falta.
“También es bueno que el niño observe cotidianamente a sus padres en el servicio para que les imite”, precisa la experta.
Puede ayudar
Cuando los padres encuentren más dificultades de las que esperan, Mariño sugiere una serie de consejos:
- Motivar al niño a usar el orinal o reductor siempre y recordarle que lo tiene ahí para cuando lo necesite.
- Para que permanezca sentado al menos 2 min los padres pueden:
- Cantarle una canción
- Contarle una historia
- Llevarle un juguete
- “Lo haga o no, reforzarle positivamente es muy importante, abrazándole, dándole besos, felicitándole…”, especifica la especialista.
- Los padres deben intentar que se sienta cómodo y seguro en el lugar donde esté el orinal, o en el caso del reductor, incluir un escalón para que apoye los pies.
- Por último, vestirlos con ropa cómoda y que sea fácil de bajar y subir, ayudará a que lo consigan.
Lo que hay que evitar
En cuanto a los errores en los que no se puede caer Mariño advierte:
- Conviene no empezar si se va a producir otro cambio importante en su vida como el tener un hermanito o el cambio de casa, habitación…
- No empezar nunca en un momento en el que los padres no puedan dedicarle el tiempo y paciencia que requiere este proceso. Evitar las prisas.
- Nunca hay que presionar al niño: si se resiste a usar el orinal, no hay que forzarlo. Los padres deben contar con su colaboración y sus ganas por hacerlo.
- “Si se le escapa el pis, hay que quitarle importancia, no reñirle y cuidar mucho el lenguaje, nada de comentarios negativos”, recomienda la pedagoga.
- No utilizar nunca el castigo
Fuente: Cuidate Plus