Cómo hacer frente a la presión de grupo
A ser una persona tratada con respeto. A decidir qué hacer con tu propio cuerpo, tiempo y propiedad. A elegir pareja y amigos/as sin presiones. A equivocarte y cambiar de opinión. A tener tus propias opiniones y valores. A tener tus propias necesidades, que son tan importantes como las de los demás. A expresar sentimientos. A defenderte cuando se te trata injustamente. A detenerte y pensar antes de actuar. A pedir directamente y sin rodeos lo que necesitas. A no satisfacer las necesidades de otros y no sentirte culpable o egoísta por ello. A estar solo aunque otros/as deseen nuestra compañía. A no justificarse ante los demás. A no responsabilizarse de los problemas de otros. A elegir entre responder o no hacerlo. A hablar sobre los problemas con la persona involucrada. A escoger no comportarte de forma asertiva o socialmente hábil. A ignorar los consejos de los demás.