Cuentos sobre Educación Emocional
A Candela le pesaban mucho los zapatos cuando su padre la llevaba por las mañanas camino del colegio.
—Vamos, Candela, que llegamos tarde —le decía su padre mientras tiraba de ella.
—No quiero ir. ¿Por qué no te quedas conmigo en el cole? Hoy nos va a enseñar la profe las letras.
—Yo ya me sé las letras, Candela. Y además tengo que irme a trabajar —le respondió su padre con paciencia.
—No me gustan las letras que me enseña la profe —dijo enfadada Candela—. Siempre es Ignacio el que se las sabe todas. —Se quedó pensativa—. Además, para qué me sirven las letras, si mamá me lee los cuentos por la noche.
A ella lo que sí le gustaba era que su madre le leyera cuentos antes de irse a dormir. Era su momento favorito.