Las tareas, diferentes según la etapa educativa
¿Es conveniente que los niños continúen su formación durante las vacaciones? Pedagogos y psicólogos gallegos creen que sí, pero siempre y cuando los pequeños no inviertan más de una hora al día a esta tarea. El presidente de la Asociación Profesional de Pedagogos de Galicia, José Manuel Suárez, considera “primordial” que los niños no desatiendan sus estudios en verano ya que “a todos se nos olvidan cosas”. Por su parte, la psicóloga educativa del Colegio Oficial de Psicólogos de Galicia Belén Álvarez también ve imprescindible reforzar lo aprendido pero de una manera “menos rígida y más flexible” que el periodo escolar.
Tanto si los niños aprueban como si suspenden, Suárez considera que se les debe dejar un periodo entre 7 y 10 días de descanso antes de comenzar con las actividades de refuerzo veraniego. En el caso de haber aprobado todas las materias, se recomienda introducir al niño ejercicios complementarios para no perder el ritmo. Si han suspendido una o varias materias, es aconsejable que los menores dediquen entre media y una hora por las mañanas para realizar ejercicios de repaso relacionados con las asignaturas que más dificultades han presentado. En todo caso, recuerda Suárez, es preferible que realicen estas tareas por las mañanas para que puedan tener las tardes libres. “No se trata de machacar a los niños”, afirma.
Álvarez coincide con Suárez en la necesidad de dejar las tardes libres y no exceder los tiempos de repaso en más de una hora y añade que lo más aconsejable es estructurarlos en bloques de media hora con 10 minutos de descanso. También cree conveniente permitir a los niños disfrutar de un descanso antes de comenzar sus nuevas tareas.
En cuanto al tipo de actividades, José Manuel reconoce que pueden emplearse tanto los ya conocidos cuadernillos de verano como tareas elaboradas desde casa para los niños. Pero siempre “en función de lo dado durante el curso”. Además también apuesta por actividades de ocio. “Los chicos son más proclives a ejercicios de actividad física (campamentos, actividades de tiempo libre, fútbol, natación?) mientras que las chicas se inclinan más por las denominadas actividades de relación”, señala Suárez.
Por su parte, Belén Álvarez cree que la lectura es “fundamental” tanto si el pequeño ha suspendido como si no. Acompañar al niño a una biblioteca y permitirle escoger qué libros le acompañarán durante el verano servirá para que “lo conciban como algo voluntario y no impositivo, no como un castigo”, dice esta psicóloga.
Preguntado por si existen circunstancias en las que sea aconsejable un “descanso total” en verano, Suárez afirma que se trata de “un caso que no se debe dar” puesto que “el estudio organizado ayuda a volver al colegio, de modo que el reciclaje de los niños no es necesario”. Sin embargo, la psicóloga educativa Belén Álvarez considera que existen casos en los que se puede permitir a los pequeños un mayor grado de reposo estival. Uno de ellos serían los niños de Primaria que vayan a repetir, dado que “no es posible reforzar sus conocimientos porque no los ha adquirido” durante el curso. Álvarez cree necesario en este caso dejar a los pequeños un nivel de descanso mayor, de lo contrario, “no habrán tenido descanso al inicio del curso”. También considera importante no “machacar al niño”, y evitar castigos fundamentados en afirmaciones como “porque has suspendido”. Afirma que el verano será entonces un buen momento para reforzar los lazos familiares y analizar los motivos que han conducido hasta esa situación. Álvarez considera que los padres juegan un papel fundamental a la hora de canalizar la actitud de sus hijos ante las tareas veraniegas e insiste en no enfocarlas como un castigo.
Fuente: La Opinión A Coruña