Colección Estudios Sociales 36: El Déficit de la Natalidad en Europa
El bienestar de las sociedades depende, en gran medida, de su capacidad para mantener una tasa de fecundidad que les permita garantizar el reemplazo generacional y el crecimiento económico, y sostener un Estado de bienestar que pueda responder a los retos que plantea una población cada vez más longeva, con unas tasas de dependencia en aumento.
Además, tener hijos forma parte de las aspiraciones vitales de una amplia mayoría de la ciudadanía y se asocia, por tanto, a una dimensión importante del bienestar de las personas.
En el último medio siglo se ha producido una caída generalizada de la fecundidad en los países avanzados, directamente relacionada con las importantes transformaciones sociales resultantes de los cambios en los roles familiares y de género. España no es una excepción en esta tendencia y, aunque se suma con retraso al proceso, cuando lo inicia, lo hace a un ritmo vertiginoso. En este contexto, España experimenta unmarcado descenso de la natalidad que, a diferencia de lo que ha ocurrido en otros países, no se ha recuperado. Esta realidad contrasta con lo que ocurre en otras sociedades, como las nórdicas o la francesa, que han alcanzado un equilibrio estable en torno a los dos hijos por mujer.