Queriendo se entiende la familia: Guía de intervención sobre parentalidad positiva para profesionales
En el preámbulo de la Convención sobre los derechos del niño se de!ne a la familia como “grupo fundamental de la sociedad y medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros”. Proteger y brindar apoyo a las familias debe ser una prioridad para los poderes públicos porque de ellas depende, en gran parte, el desarrollo integral de los niños y las niñas.
El artículo 18 de la Convención pone de mani!esto la obligación de los Estados Partes a prestar la asistencia apropiada a padres y madres en el desempeño de sus funciones. Ello implica ofrecer a los progenitores competencias parentales, orientación y servicios básicos que les ayuden a garantizar el correcto desarrollo de sus hijos e hijas. Sin embargo, no existen estándares que de!nan con exactitud qué signi!ca ser un buen padre o una buena madre, sino un amplio abanico de tendencias basadas en investigaciones y opiniones de expertos que intentan despejar la incógnita sobre la crianza ideal. En medio de todas estas teorías y propuestas se encuentran los responsables de la crianza, muchas veces desorientados o superados por el exceso de información, las dudas o los conflictos persistentes derivados de la convivencia y los problemas de comunicación con sus hijos e hijas.
Save the Children apuesta por la parentalidad positiva porque promueve una crianza respetuosa con los derechos de la infancia, garantía de buen trato.