Educación en España. Motivos para la esperanza
La educación, junto con la economía o la sanidad, es uno de los grandes retos a los que se enfrenta España y la clave para alcanzar y consolidar una sociedad y una economía avanzadas. Las instituciones y los ciudadanos tienen pocas dudas al respecto. De hecho, las búsquedas de los españoles en Google sobre ‘educación’, tienen tanta relevancia como las búsquedas sobre ‘paro’ o ‘crisis’.
Lo cierto es que si hoy buscáramos ‘educación España’ encontraríamos los siguientes titulares entre los 10 primeros resultados seleccionados por Google: "La educación española retrocede", "El nivel de la educación española sigue por debajo de la media de la OCDE", e incluso el lapidario "España ‘suspenso’ en educación".
El debate sobre la educación en España lleva años abierto, pero quizá nos ha podido el pesimismo. Pesimismo fundado, entre otras cosas, en la evolución de nuestros resultados en el informe PISA, así como en el dogmatismo con el que se han abordado algunos temas.
Sin embargo no hay razón para no tener esperanza en que podemos mejorar. En 2010, McKinsey & Company redactó un informe sobre las experiencias de 20 sistemas educativos de todo el mundo que han logrado mejoras significativas, sostenidas y generalizadas. Aquí hemos querido recoger el testigo de este informe haciendo un análisis en profundidad acerca de cómo estas experiencias podrían contribuir a la mejora del sistema educativo español.
La conclusión es que sin duda hay motivos para la esperanza: un cambio y una mejora significativa de resultados es posible.
A continuación, y como punto de partida, describimos de manera somera la situación actual del sistema educativo en España y tratamos de definir un nivel de aspiración razonable para el país en cuanto a rendimiento educativo, tanto a nivel nacional como a nivel de Comunidad Autónoma (El sistema educativo español, punto de situación y nivel de mejora alcanzable).
Más allá de tratar de cuantificar, con mayor o menor acierto, el nivel de mejora alcanzable, en el segundo capítulo de este informe (Razones para el optimismo, un cambio es posible) destacamos que la experiencia en otros países demuestra que, efectivamente, se puede avanzar, y hacerlo en un horizonte temporal relativamente corto. Eso sí, aunque la capacidad de avance es independiente del punto de partida, las medidas que hayan de adoptarse variarán según la situación de inicio.
Probadas la existencia de potencial de mejora y la capacidad de mejorar, dedicaremos el capítulo tercero (Áreas clave de actuación para España) a detallar las tres áreas de actuación que consideramos prioritarias en la situación actual: Transparencia en las métricas de rendimiento educativo, profesionalización de la docencia, y autonomía de centros.
Cerramos el presente informe con una Agenda para el cambio, que propone 10 medidas concretas para poner en marcha las áreas anteriormente descritas alcanzando resultados en un plazo relativamente corto de tiempo.