La nueva ley de caza rebaja a los 14 años la edad para tener licencia
La caza, al igual que ocurre en otros ámbitos, está teniendo un escaso relevo de sus efectivos. La situación preocupa a los cazadores y a la Administración, que pretenden rebajar la edad de los jóvenes para que puedan acompañarlos en sus batidas y, así, ir aprendiendo tanto sus rudimentos como sus estrategias. En nuestra sociedad se ha venido promoviendo la cultura de la no violencia, como, por ejemplo, prohibir a los niños que pidan armas de juguete o que peguen a otros niños.
Y, según parece, estas medidas están siendo eficaces, ya que ahora los adultos tratan de resolver sus diferencias mayoritariamente mediante vías amistosas o judiciales, sin intentar imponer sus argumentos por la fuerza.
Todas las causas tienen sus consecuencias. No hay más que mirar a los americanos, que enseñan a los niños a usar armas de pequeños y cuando son mayores las necesitan como el alimento.
El uso de las armas no es una simple cuestión de edad, sino de un desarrollo cultural. Por eso, si los cazadores quieren estimular su actividad y lograr ese relevo generacional, tendrán que enseñar que la caza puede ser selectiva y que no solo consiste en matar por matar.