Educación y cuidados de la primera infancia: ofrecer a todos los niños la mejor preparación para el mundo de mañana
La Europa del futuro se basará en el crecimiento inteligente, sostenible e integrador. Para estas tres dimensiones del crecimiento, es esencial mejorar la calidad y eficacia de los sistemas educativos de la UE. En este contexto, la educación y los cuidados de la primera infancia constituyen el fundamento esencial para el éxito en materia de aprendizaje permanente, integración social, desarrollo personal y empleabilidad futura. Complementan el papel central de la familia y tienen una incidencia profunda y duradera que no se puede conseguir con medidas adoptadas en una fase posterior.
Las primeras experiencias de los niños constituyen la base de todo futuro aprendizaje. Si se adquiere una base sólida en la primera infancia, el aprendizaje posterior es más eficaz y es más probable que continúe a lo largo de toda la vida, con lo que se reduce el riesgo de abandono escolar prematuro, aumenta la equidad de los resultados educativos y se reduce el coste para la sociedad en términos de talento perdido y de gasto público en los sistemas sociales, sanitarios e incluso judiciales.
La iniciativa emblemática Juventud en Movimiento de la estrategia global Europa 2020 subraya la función de la creatividad y la innovación para fomentar la competitividad y preservar a largo plazo nuestro nivel de vida. En este contexto, la estrategia destaca que debemos ofrecer a todos nuestros jóvenes la oportunidad de desarrollar al máximo sus capacidades. La educación y los cuidados de la primera infancia permiten a todos los jóvenes prepararse para el mundo de mañana y romper el ciclo de transmisión de desventajas de una generación a otra.