Los profesores jóvenes creen que sus compañeros toman decisiones sesgadas
¿Toman los profesores decisiones sesgadas? El último estudio de la Fundación Cotec (que promueve la innovación como motor de desarrollo económico y social) indica que sí hay cierta tendencia a los prejuicios o tal vez solo inercia en los claustros, más en secundaria que en primaria. Al menos, eso es lo que piensan los propios docentes de sus compañeros.
El estudio se titula precisamente «¿Toman los profesores decisiones sesgadas? La economía del comportamiento aplicada a los claustros docentes» y está realizado por investigadores de las universidades Carlos III y Complutense de Madrid, Loyola Andalucía y la de Valladolid.
Las conclusiones a las que llegaron son: los profesores jóvenes creen —en mayor medida que los docentes veteranos— que en sus claustros hay sesgos a la hora de tomar decisiones; y los docentes de secundaria son más críticos con sus compañeros que los de primaria. Curiosamente, los profesores jóvenes de secundaria no duplican el porcentaje de decisiones sesgadas en sus centros.
¿Y cuáles son estas decisiones? Pues ser reacios a introducir nuevas modalidades de evaluación o incorporar dispositivos electrónicos, tomar decisiones no basadas en datos, o no realizar pruebas complementarias antes de decidir que un alumno tiene que repetir.
Anxo Sánchez, catedrático de Matemática Aplicada en la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) y uno de los firmantes del estudio, destaca sobre todo el método con el que abordaron en la investigación: «Nosotros no les preguntamos a los docentes su opinión, porque en ese caso es fácil que la gente mienta para decirte aquello que cree que quieres oír. No, nosotros les planteamos qué creían que contestarían sus compañeros de claustro, lo que les daba mucha más libertad para responder».
El trabajo contó con la participación de 304 docentes, mayoritariamente mujeres (68?%), de secundaria (54?%), de entre 36 y 50 años (44?%) y que trabaja en un centro público (63?%). Además de remitirles un cuestionario a los profesores, se organizaron dos grupo de discusión con 5 docentes de primaria, uno, y con 7 de secundaria. Ninguno de los docentes participantes contestó diciendo que sus compañeros no toman decisiones sesgadas, pero en cambio sí hubo algunos que creían que en su claustro todas las decisiones lo son.
Para el ourensano Anxo Sánchez, es sorprendente este punto pero no que en general los jóvenes consideren a los mayores algo más sesgados o con prejuicios. Para Sánchez es normal que entre los profesores se asiente cierta rutina a hacer las cosas «como siempre» porque «están desbordados de trabajo en los institutos» y «adoptar por ejemplo nuevos medios para la evaluación les cuesta». El catedrático de universidad lo dice desde la empatía: «A mí me costaría».
En el estudio también se indica que «la toma de decisiones no responde a ningún patrón fácilmente identificable: está condicionada por el contexto y en ella intervienen diferentes variables. Los años de experiencia llevan a tomar decisiones de manera más intuitiva, pero con un mayor criterio, aunque en ocasiones estas decisiones llevan a una actuación poco analítica, con una mayor tendencia a la inercia (lo que siempre se ha hecho)».
En general, se puede decir que «a mayor tensión, menor reflexión». Y los asuntos que exigen más discusión son los que tiene que ver con los grupos más difíciles, los cambios metodológicos o la relación directa con los alumnos.
También recoge el informe un sentir que se escucha con frecuencia entre los profesores: en secundaria los claustros están más centrados en el contenido y en evaluaciones tradicionales. En primaria hay mayor flexibilidad y herramientas para evaluar al alumnado.
Fuente: La Voz de Galicia