Las ocho inteligencias del hombre
Cada vez son más las voces que sostienen que el ser humano es más que inteligencia lingüística y matemática y que al centrarnos en estas capacidades estimulamos menos de la mitad del potencial de nuestro cerebro. Tal vez esto explique también problemas como el fracaso escolar, ya que el sistema educativo tradicional no trabaja todas las capacidades del niño, ocho, según la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner.
Los tiempos cambian y las necesidades formativas también. La gran mayoría de los docentes -el 87%- opina que el actual sistema educativo no prepara a los alumnos para lo que después se espera de ellos y un 86% considera que las evaluaciones actuales no permiten desarrollar al máximo las capacidades de los estudiantes, según una encuesta de la Fundación SM realizada entre 2.900 profesores de toda España. Los datos nada favorables para España que desprenden cada año el informe PISA corroboran la percepción que tienen los profesionales de la enseñanza de que algo falla en el modelo educativo. Según este estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), realizado entre jóvenes de 44 países, los estudiantes españoles se sitúan al final de la tabla en matemáticas, ciencias y capacidad lectora y además están peor preparados para enfrentarse a dilemas de la vida cotidiana.
En los últimos años, distintas teorías pedagógicas están cobrando fuerza. Una de las más vanguardistas y que más interés despierta es la teoría de las inteligencias múltiples, del psicólogo estadounidense Howard Gardner, premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2011, que defiende que la inteligencia no es algo unitario que agrupa diferentes capacidades específicas con distinto nivel de generalidad, sino que es un conjunto de inteligencias múltiples, distintas y semi-independientes. Esta teoría ya se está aplicando en 250 centros en España que participan en un programa de SM.
Según Gardner, el ser humano tiene ocho inteligencias distintas -lingüística, lógico-matemática, corporal y cinética, visual y espacial, musical, interpersonal o social, intrapersonal y naturalista- y cada persona desarrolla una o varias de estas inteligencias por encima de las demás. Sin embargo, la educación tradicional se centra en el desarrollo de las dos primeras, relegando a un segundo plano las otras seis.
“Es una teoría muy interesante porque pasa de lo que que antes llamábamos coeficiente intelectual a las inteligencias múltiples, donde se trabaja con el niño según las destrezas en las que destaque y en su forma de aprendizaje porque no todos los niños aprenden igual”, afirma José Manuel Suárez Sandomingo, presidente de la Asociación Profesional de Pedagogos de Galicia.
En su opinión, una educación que no explora y potencia las distintas destrezas de cada alumno no le prepara para lo que se va a exigir de él porque hoy es tan importante el conocimiento como saber gestionar las fuentes de información. Por ello, sostiene que el futuro de la enseñanza pasa por un sistema que se adapte a las capacidades de cada individuo. “Cuando todo avanza hacia la especialización, la escuela no puede seguir aplicando principios del siglo XIX. El actual modelo educativo continúa acoplando al individuo que es bueno para todo y apartando a los demás, de los que decimos que no están bien escolarizados. Sin embargo, el sistema educativo tiene que priorizar al niño por encima de la escuela”, defiende.
Según Suárez Sandomingo, las nuevas tecnologías se presentan como grandes aliadas para la aplicación sobre el terreno de la teoría de las inteligencias múltiples, ya que dispositivos electrónicos permiten al docente tutorizar a los alumnos. “El uso de dispositivos como ordenadores o tabletas en las aulas van a introducir un cambio en la docencia porque el niño se puede apoyar en recursos propios para su inteligencia y el profesor puede ayudarle a encontrar esos recursos que le ayuden a mejorar sus capacidades”, asegura.
Además, la atracción que sienten los niños hacia las nuevas tecnologías también puede jugar a favor de la escuela. “Desde que se han implantado los encerados electrónicos salen más a la pizarra”, asegura.
Fuente: Faro de Vigo