Nuevas leyes para proteger a los menores del mundo
Hasta ahora, los españoles mirábamos a los países nórdicos cuando pretendíamos elaborar normas que garantizaran una aplicación buena para nuestro futuro. Pero desde hace algún tiempo son los países de nuestras antípodas los que no sólo nos dan lecciones a nosotros sino a todos los europeos y quizás también al resto del mundo. Allí, por ejemplo, el gobierno neozelandés introdujo una norma por la que se prohibirá que los menores nacidos después del 2008 jamás puedan comprar cigarrillos o productos de tabaco en Nueva Zelanda. Y quien lo haga podrá incurrir en cuantiosas multas. De este modo, en el 2026, cuando estos primeros menores cumplan su mayoría edad, Nueva Zelanda no tendrá fumadores entre sus jóvenes y, potencialmente, tampoco serán adultos fumadores. Algunos pensarán que, cuando se crea una norma de ese estilo, muchos tratarán de saltársela, aplicando el refrán conocido “de hecha la ley, hecha la trampa”. Seguro que habrá toda una mafia para el tráfico de tabaco, pero, como con toda ley, el gobierno establecerá mecanismos de vigilancia para que en todo momento y lugar sus ciudadanos la cumplan.
Aun así, hay otro tema más actual en el que los gobiernos europeos también están involucrados; me estoy refiriendo a la nueva ley que desean emitir en la mayor isla de Oceanía, Australia, en donde se están tomando muy en serio lo del acceso de los menores a las redes. Hace unas semanas, su Senado aprobó, con 34 votos a favor y 19 en contra, la primera ley del mundo por la que veta el uso de estas plataformas a niños y adolescentes y, como en el caso anterior, lo hace amenazando con elevadísimas multas, aunque en esta ocasión sus paganinis serán las tecnológicas y no sus usuarios. Algo así como cuando aquí se les ponían multas a los cines por dejar pasar a sus salas a los menores de edad. Así que serán las propias compañías, como Meta -propietaria de Facebook e Instagram- o TikTok, las que deberán estar pendientes de que en sus plataformas no haya jóvenes, puesto que, si descuidan su vigilancia, esto podría acarrearles unas importantes sumas de dinero que pueden llegar hasta los 30 millones de euros.
El texto todavía se encuentra en fase de aprobación en el Senado, pero pronto volverá al Parlamento para su aprobación definitiva. Su entrada en vigor se producirá dentro del 2025, aunque sus procedimientos serán retroactivos, es decir, no sólo se impedirá que se hagan nuevos registros de personas, sino que también se invalidarán las cuentas de los menores de 16 años ya registrados. Para la futura ley, YouTube y otras plataformas similares son consideradas de bajo riesgo, si bien el gobierno también deberá estar atento a las de nueva creación.
Como con cualquier ley, siempre habrá quien trate de saltársela por alguno de los ángulos o entresijos de su articulado. Pero, por otro lado, sería muy bueno que todos los países se pusieran de acuerdo para que sus jóvenes se dieran cuenta de una vez por todas que sus actos tienen consecuencias, ya sea en su vida normal o a través de las redes. Para todos, padres, educadores y sociedad en general, está siendo un verdadero martirio ver cómo ellos, gracias a la impunidad del acceso a las redes, hacen un uso inadecuado o vierten en ellas informaciones dañinas tanto para sí mismos como para los demás. La plataforma X de Elon Musk ya ha cuestionado la legalidad de la ley australiana, invocando el hecho de que esta podría ser incompatible con las regulaciones internacionales y con los tratados de derechos humanos firmados por Australia. Ya sabemos quién es este personaje, como también sabemos que las leyes nacionales e internacionales han sido elaboradas y emitidas por centros de decisión (parlamentos nacionales y organismos internacionales) que las hicieron pensando en los contextos y las personas en un momento determinado. Como también son sabedores de que, si las realidades cambian, las leyes también podrán adecuarse a ellas, algo que Elon parece ignorar, creyéndose que todos quieren ser como él o su alter ego, Donald Trump.
José Manuel Suárez Sandomingo