El inglés está dejando de ser idioma vehicular de las materias escolares
Allá por el año 2011, la Consellería de Educación le dio una vuelta a su decreto del aprendizaje de las materias escolares en los dos idiomas vernáculos, para, como quien no quiere la cosa, incluir por arte de birlibirloque el inglés y comenzar a llamar a los centros adheridos al sistema “plurilingües”. Un término por el que se entendía que en ellos no sólo se iba a impartir la docencia en los dos idiomas cooficiales reconocidos, sino también en inglés.
Ya por entonces, tanto este pedagogo como otros muchos, nos opusimos a la incorporación del inglés a determinadas materias del programa escolar, avanzando que ese no era el camino correcto para el aprendizaje de idiomas extranjeros por parte de los alumnos, ya fuera este el inglés, el portugués o el italiano.
Para el aprendizaje de cualquier idioma, el alumno debe incorporar a este proceso unas metodologías didácticas expresivas y comprensivas eficientes, es decir, a través de sistemas audiovisuales y otras técnicas que se encuentran al alcance de la mayoría de los centros escolares actuales. De otro modo, un alumno que estudie, por ejemplo, matemáticas en inglés desconocerá muchos de los términos que utilizamos normalmente en los idiomas autóctonos, porque en el idioma extranjero se expresan con palabras diferentes o incluso con falsos amigos. Esto lo aprecia cualquiera que haya mantenido conversaciones con algún extranjero que había aprendido nuestra lengua de manera informal, y durante las cuales vamos viendo que como utilizan incorrectamente algunas palabras en determinadas frases.
Pero, como dice un sabio refrán, “el tiempo acaba por poner cada cosa en su sitio”. Y después de muchos años de centros plurilingües, muchas autonomías están abandonando este sistema al comprobar que sus propias experiencias no han sido todo lo exitosas que preveían, algo que se ve avalado por las investigaciones hechas sobre el tema. Tomando en consideración una de ellas, concretamente, el Índice EFE de dominio del inglés (EPI), podemos extraer datos como que España se encuentra en el puesto 35 de los 113 analizados. Pero, si esta cuestión la vemos exclusivamente a partir de los 34 países europeos evaluados, nos encontraríamos en el lugar 25, es decir, prácticamente a la cola.
Todavía no se ha producido ningún proceso de revisión de su normativa por parte de la Consellería de Educación, aunque ya hay algunos centros que están abandonado la impartición del inglés en materias como ciencias naturales y sociales para centrarlo, si es el caso, en las de música, plástica o educación física. Quizás este sea un paso intermedio antes de su abandono total o se quede solo en algo que se perpetuará al entender que en estas asignaturas instrumentales, la repetición de ciertos conceptos básicos les permitirá afianzarlos mejor. Pero, así como en las clases de música los niños aprenden a tocar un instrumento utilizándolo, en las de inglés han de usar un laboratorio de idiomas con el fin de oír y reproducir las frases para aprenderlas, apoyados por un monitor y unos cascos, y con el asesoramiento del profesor.
Muchas veces se dice que los portugueses aprenden el inglés de forma natural mediante el hecho de que películas de la televisión no están dobladas, pero para ello habría que tener esa misma tradición en España y no haber doblado desde un principio las películas, algo que ahora interferiría mucho en la población que no se ha educado por este método. Así que, volviendo a la escuela, ésta ha de manejar sus propuestas de la forma más adecuada a sus alumnos y al momento en que se encuentra la sociedad a la que sirve, y respecto al inglés, lo más correcto parece ser que los alumnos lo aprendan con la metodología apropiada para su conocimiento, sin tener que interferir en el del resto de las materias.
José Manuel Suárez Sandomingo