Diez consejos de profesores para reducir el estrés
Las últimas instrucciones del Gobierno y la Xunta fueron la guinda del pastel: más burocracia con plazos de entrega ajustados. La sociedad mira a los niños por el aprendizaje durante el covid-19, pero el estrés que están viviendo los maestros también es considerable. No estaban preparados para la enseñanza en línea (¿se les puede culpar?) y la adaptación ha sido tan personal como docentes hay. No se puede dudar de su buena voluntad, pero la falta de estrategias para lidiar con esta situación, el exceso de burocracia y la descoordinación han disparado los niveles de agotamiento de los profesores.
Las encuestas a maestros lo dicen por activa y pasiva: la de Unicef a 400 docentes españoles, señala que «las palabras más repetidas fueron incertidumbre, ansiedad o preocupación»; la de CC. OO. en Cataluña dice que «tres de cada cuatro docentes tienen problemas técnicos para trabajar telemáticamente»; el sindicato CSIF preguntó a 3.500 educadores andaluces y el 94% dijo padecer desgaste emocional por la sobrecarga de trabajo que provocan las clases en línea; ANPE hizo su propia encuesta en Canarias, de la que sacó que el 30% de los encuestas dice que el nivel de estrés es alto y un 11% reconoce que cuentan con un nivel extremadamente alto. En Galicia la situación no está mejor: según la encuesta de la CIG, solo el 11% de los docentes se adaptaron a la situación sin contratiempos, para un 66% supuso un enorme esfuerzo y trabajo extra, e incluso hay un 20% que no puede hablar de adaptación.
La web Edutopía, un espacio pensado para la educación en Estados Unidos (fundado por el cineasta George Lucas en 1991), recoge y comparte estudios y experiencias de éxito. Lo último es una lista de medidas para aliviar el agotamiento a partir de los consejos de otros profesores:
- Horario ordenado. Haz una lista con todo lo que tienes que hacer en intervalos de tiempo específicos y añade las cosas que necesitas hacer con un horario más flexible; revisa el calendario cada semana y cúmplelo. Es el consejo de Marissa King, maestra y consultora de desarrollo profesional en bachillerato en Tulsa, Oklahoma.
- Gestión del correo electrónico. Es una pesadilla para muchos maestros, que están contestando correos de alumnos y familias a cualquier hora. La propia Marissa King propone que, en vez de enviar un correo electrónico a la vez, bloquees un tiempo en la agenda para responder a todos los correos. Además, no se debe revisar el correo en el teléfono después de cerrar el ordenador, ni sincronizar las bandejas de entrada de la cuenta personal y profesional.
- Menos es más. «Al comienzo del cierre, existía este imperativo de trabajar las 24 horas para proporcionar estabilidad y consistencia a los estudiantes y las familias. A medida que avanzamos, eso no es sostenible ni prudente». Es la reflexión de Matthew Howell, director de una escuela de secundaria en Oceanport, Nueva Jersey. «Ahora menos es más; es aceptable reducir la velocidad», añade.
- Tiempo propio. Descanso, comidas, ejercicio y sueño tienen que estar en el calendario. A veces es bueno configurar alarmas en el móvil para cumplirlo.
- Cuida la postura. «Trabajar desde casa es un gran desafío porque no estamos acostumbrados a sentarnos durante el día», dijo Heidi Geiges, profesora de tecnología en secundaria en San Carlos, California. Y sugieren la regla 20-20-20: cada 20 minutos, mira algo a 20 pulgadas (medio metro) durante 20 segundos. Además, la pantalla no debe ser lo más brillante que la habitación.
- Moverse. Igual que lo anterior, hay que levantarse de la silla 15 minutos cada dos horas. John Thomas, un maestro de primaria en Keene, New Hampshire, buscó una solución propia: creó un escritorio de pie colocando una caja de cartón sobre una isla de la cocina, en la que apoya el portátil; así, alterna cada 30 minutos sentado ante el escritorio con otros 30 trabajando de pie.
- Forma equipo con los padres. Hay que ir más allá de las cuestiones académicas: compartir cosas positivas del estudiante, preguntar cómo están o grabar un vídeo agradeciendo su ayuda son acciones que facilitan las relaciones.
- Reuniones metódicas. Para que los alumnos más jóvenes (finales de primaria y principio de secundaria) no se pierdan, programar todas las videoconferencias o reuniones a la misma hora y en un solo documento.
- Novatos. Los maestros más veteranos reconocen sentirse como en su primer año laboral. Hay que tener en cuenta que la situación es nueva y saca a los docentes de su zona de confort. «No seas tan duro contigo mismo», dice Vicki Davis, directora de tecnología educativa en Albany, Georgia.. Y Mylien Duong, científico investigador principal del Committee for Children, sugiere mantener un diario de agradecimiento (este es un ejemplo), que según la investigación puede reducir el estrés .
- No negar la incomodidad. «Estoy empezando a sentir que lo mejor que puedo hacer es ayudar a los estudiantes a manejar y lidiar con sus sentimientos incómodos -aconseja Sherine Aboelezz, exmaestra de inglés de secundaria y ahora profesora en la Universidad de Georgetown- y en lugar de asegurarles rápidamente que las cosas terminarán pronto, les pregunto: ‘¿Qué puedes hacer para que esta situación sea un poco más fácil?».