Espectacular caída del abandono educativo temprano en Galicia: una tasa histórica del 12,6
De cada cien jóvenes gallegos de 18 a 25 años, 13 solo tienen la ESO o ni siquiera la han terminado. Esto es el abandono educativo temprano y apunta directamente a la calidad del sistema educativo y, sobre todo, a su equidad. Galicia termina el 2019 con una cifra excelente fruto del trabajo en los centros educativos: el refuerzo de las materias clave (clases extra por la tarde, gratuitas) y el impulso a la FP básica como repesca a los jóvenes con más problemas se traduce en que los estudiantes siguen en el sistema después de los 16 años. A nivel estatal también se ha rebajado ligeramente el porcentaje de estudiantes que plantaron las clases tras la etapa obligatoria, pero aún así está en el 17,3% (bajó 0,6 puntos desde el 2018) según los datos ofrecidos hoy por el Ministerio de Educación y FP, lo que supone un récord histórico, el registro mas bajo desde que se tienen datos.
La nueva tasa con la que se cierra el 2019 es una noticia muy positiva después de un par de años de mejora bastante tibia en las ratios. Hace un año la tasa era del 14,3%, una cifra buena pero demasiado cerca del 15 que la Unión Europea considera el objetivo aceptable de España para este 2020. Claro que en el 2009, y siguiendo la tendencia española, en Galicia la tasa era del 25,8%. Era la época en que los estudiantes dejaban las aulas para ir a la construcción o al sector servicios.
La tasa de abandono escolar temprano debería estar en este año por debajo del 10%. En esta sociedad hipertecnificada los 16 años es una edad demasiado baja para dejar de estudiar e incorporarse al mercado de trabajo. Pero España se resiste a mantener a sus jóvenes en el sistema educativo al final de la adolescencia. La tasa del 2018 fue del 17,9%.
La Consellería de Educación desarrolla desde el curso 2011/12 los llamados contratos-programa, unos convenios con los centros educativos públicos para dotarlos de servicios y recursos (por ejemplo profesores extra) en diferentes líneas de actuación. De los 11 asuntos desarrollados, hay 8 de refuerzo y contra el abandono escolar. Este año son 635 centros los que están inscritos en este proyecto de mejora que ha supuesto la contratación por parte de la Xunta de 520 profesores.
¿Y cómo está Galicia en comparación con el resto de España? Muy bien situada. En las cifras globales, está de cuarta por la cola, solo superada por País Vasco (6,7%), Madrid (11,9) y Asturias (12,4). Por sexos, las gallegas, con un 8,2% de tasa, son las terceras que menos dejan los estudios tras vascas (4,3%) y aragonesas (8%). Algo peor está Galicia en el cómputo general en hombres, aunque aún así ocupa la quinta posición por la cola tras País Vasco (9,1), Madrid (13,8), Cantabria (14,4) y Asturias (14,7); los gallegos tienen una tasa de abandono del 16,7%. El total de España es de ese 17,3%, que llega a un altísimo 21,4% en caso de los varones (Murcia y Baleares siguen superando el 28%) y ofrece un aceptable 13% entre las mujeres.
En los últimos diez años, la cifra gallega descendió un 40%, pero Cantabria o el País Vasco consiguieron bajar su ratio más de un 50%
El abandono escolar temprano retrata al joven que deja de estudiar al terminar la ESO o empieza más estudios pero no los acaba. Y se mide en la población de 18 a 24 años, que es la edad habitual de seguir con estudios superiores. La Unión Europea quiere que en el 2020 (al acabar el próximo curso académico) no haya más de un 10 % de jóvenes en su territorio con este perfil, aunque la cifra esperada para España, dada la situación de la que partía, es superior, del 15 %.
Los datos españoles
- De muy mal a mal. España está a la cola de Europa en formación de sus jóvenes, pero aún así ha dado un salto de gigante en el último decenio: pasó del 32 % de abandono al actual 17,9 %.
- El bum del empleo. El motivo de que en el 2008 uno de cada tres jóvenes no tuviese más que la ESO es que el bum de la construcción ponía a disposición de los adolescentes un trabajo bien remunerado.
- Repunte en algunas comunidades. La crisis hizo que los jóvenes siguiesen estudiando porque no había un empleo al que ir. Sin embargo, con los primeros síntomas de mejoría, muchas comunidades han notado un ligero repunte (o estabilización) en las cifras de abandono temprano: es el caso de Baleares (aunque mejoró en el 2018), Canarias, Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Madrid, Murcia, Navarra y La Rioja.
- País Vasco, ejemplar. En este panorama general, el País Vasco se muestra como una comunidad ejemplar. Terminó el 2018 con un abandono temprano del 6,9%, en gran parte por la potente formación profesional que hay en el territorio.
- Las zonas turísticas, las peores. En el otro extremo está Islas Baleares, donde la oferta de trabajo es muy amplia y los estudiantes no encuentran alicientes interés por seguir en el sistema.