La convivencia mejora en los colegios gallegos
La conselleira de Educación, Carmen Pomar, presentó en el Consello Galego de Convivencia los datos de la segunda encuesta general de convivencia, que se hizo por segunda vez a todos los alumnos, profesores y familias de todos los colegios gallegos. En los tres años que pasaron desde la primera edición (curso 2015/16) las cosas parecen haber mejorado. Así lo cree al menos el 60% de los participantes en este macroestudio al que respondieron 170.000 personas. Para el 85% de los encuestados en el centro educativo de referencia no hay conflictos de convivencia.
Los datos son en general positivos, como que el 84,2% de las familias considera que su centro educativo de referencia está muy bien, lo que supone tres puntos sobre el resultado,ya bueno, del año 2015/16.
En la encuesta actual hay cambios. Carmen Pomar explicó que se evaluaron las conductas positivas ante asuntos concretos como: inclusión con el diferente, tolerancia cero ante ciertas situaciones y sobre igualdad. Y el resultado no ha podido ser mejor, ya que multiplican por cuatro las conductas negativas: un 80% de respuesta positiva en estos asuntos en la enseñanza obligatoria y un 76% en la postobligatoria frente a un 21 y un 24% de respuesta negativa. Siete de cada diez alumnos muestran tolerancia cero con la violencia, lo que evita que de algún modo protejan a los estudiantes que sí la ejercen.
El 95% de las familias dice haber depositado toda su confianza en el profesorado que atiende a sus hijos y 9 de cada 10 familias le dan una nota alta al liderazgo inclusivo que ejerce su colegios.
A pesar de que no se considera que haya un clima conflictivo en el centro, siempre se dan problemas.Y la comunidad educativa las organiza: insultar y poner motes es lo que más ocurre en la enseñanza obligatoria (aunque solo para un 7,6% de los encuestados); generar mal ambiente en clase, interrumpir y molestar; así como problemas de higiene y cuidado personal. En la enseñanza postobligatoria, los problemas son los mismos pero en otro orden: molestar en clase, descuidar la higiene e insultar son los conflictos más habituales.