La educación gallega: hacer más con menos
Las conclusiones del Informe PISA indican que Galicia saca el máximo partido a cada euro que gasta en educación. De hecho, desde el Ministerio de Educación se ha puesto de ejemplo el caso de la comunidad como ejemplo de eficiencia, y se ha convertido en una referencia a nivel estatal junto a Castilla y León, Asturias y Aragón. PISA no dice nada que no apuntase ya el informe Diferencias educativas regionales 2000-2016. Condicionantes y resultados, realizado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie): «[las cuatro comunidades] consiguen resultados educativos relativamente mejores de lo que cabría esperar por sus condicionantes», dice el texto.
El caso gallego dentro del español es claro: con un estatus socioeconómico intermedio y con recursos financieros y humanos en educación por encima de la media, sus resultados en equidad y rendimiento académico están en la parte alta de la tabla; es decir, es una comunidad teóricamente del montón que tiene resultados entre las mejores de las diecisiete. También superan los resultados que les correspondería sobre el papel la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, aunque en este caso parten de una situación mala y se quedan en el medio de la tabla en rendimiento. La única comunidad que lo tiene todo para estar de líder pero cuyos resultados no acompañan es el País Vasco; es la única que empeora su posición.
¿Por qué ocurre esto si la inversión es similar? Lorenzo Serrano Martínez, catedrático de Análisis Económico en la Universidad de Valencia e investigador del Ivie, ha sido uno de los autores del informe y tiene claro que «la realidad de España es la misma de los países más desarrollados, donde aumentar un poco el dinero que se destina a educación no supone automáticamente mejorar el rendimiento: los desafíos son otros». Es decir, aunque en España se dedica menos dinero que en el resto de la UE a Educación, está en un porcentaje parecido del PIB y la cuestión que tiene que afrontar no es subir sin más el presupuesto sino «detectar problemas y asignar recursos para solucionarlos».
El factor negativo más urgente que tiene España, añade Laura Hernández Lahiguera —economista, investigadora del Ivie y coautora del texto—, es la repetición, de la que no se salva Galicia: «Es un problema general pero se da más en el sur de España por lo que sea, porque la decisión de que un alumno repita es del profesor y de la política del centro educativo. Hay muchas investigaciones que apuntan a que la repetición estigmatiza al alumno, que deja de rendir». ¿Qué se puede hacer al respecto? «No puede servir dejar pasar a todos», razona Hernández, pero sí apunta a prácticas exitosas de algunos países, como permitir mezclar asignatura de dos cursos para que los rezagados no caigan en todas las materias».
Esta es la idea que ofrece a modo de conclusión el informe, determinar «cuáles son las características del sistema educativo que contribuyen, en algunas comunidades, a la consecución de mejores resultados educativos». Serrano apunta: «El clima escolar es importante, los valores de las familias, también. En Castilla y León esto tiene mucho peso» y puede ocurrir que «en Baleares, un estudiante de secundaria no tenga mucho interés en seguir aprendiendo porque sabe o cree que va a tener buena vida aunque no estudie».
Por eso, hay que analizar prácticas de éxito en las comunidades y ver qué posibilidades existen para trasladarlas a otros lugares. «El País Vasco —dice Serrano— tiene muy buenos resultados en FP y muy poco abandono escolar, pero a cambio el rendimiento académico ha dado señales de alarma».
Galicia es fuerte en la educación rural, con niveles académicos muy altos, un esfuerzo que se ha mantenido incluso durante la crisis: el CPI Uxío Novoneyra en Folgoso de Courel ha aguantado abierto y con recursos a pesar de que en muchas de sus clases hay menos de cinco alumnos. «La Xunta invierte en este centro —reflexiona Lorenzo Serrano— pero podía no haberlo hecho, el gasto sería más bajo y a Galicia le vendría bien porque tiene pocos ingresos, así que mantener ese centro es una decisión consciente».
Laura Hernández también destaca la equidad gallega: «Independientemente del entorno socioeconómico de las familias, en Galicia se dan unos resultados muy parecidos». Y puntualiza: «La equidad es obligada en los buenos sistemas educativos. Finlandia y Singapur son sistemas diametralmente opuestos, pero ambos son muy equitativos».
La experta del Ivie recomienda que, de cara al exterior, España no se fije mucho en estos dos países, indiscutibles referencias internacionales en educación, ni tampoco en Alemania: «Creo que debemos fijarnos más y compararnos más con Francia o Italia, cuyos sistemas y organización social son más parecidos a los nuestros».
Algunas claves del informe
El informe analiza los datos del 2000 y del 2016 en toda España. Estos son algunos:
DESPOBLACIÓN
Segunda por la cola. Galicia perdió en este período el 14% del alumnado. Solo está peor Asturias.
RECURSOS HUMANOS
En la media. El 26% de los ocupados gallegos se dedican a educación, en la media de España. Hay 5 comunidades que pasan del 30% (País Vasco, Navarra, La Rioja, Madrid y Cantabria) y en la cola están Canarias (18%) y Andalucía (23%).
Crecimiento. Desde el 2000, la comunidad que más ha crecido en este punto es La Rioja (del 17% al 31%) y la que menos, Castilla y León (del 22 al 23%). Galicia tenía en el 2000 un 18% de los trabajadores en este sector.
ESTUDIOS DE LA POBLACIÓN
Mediocre. El 55% de los gallegos en edad de trabajar solo tienen la educación básica, frente al 37 de Madrid o 41% del País Vasco. Desde el 2000 la situación mejoró mucho, pues entonces era el 71%.
Por edad. El grupo de edad también afecta: en el 2017, solo el 28% de los gallegos de entre 24 y 35 años tenía estudios básicos, y entre los de 36 a 50 años eran el 36%; la diferencia está con los mayores de 50, con un 73% solo de estudios básicos.
GASTO DE LAS FAMILIAS
Cuarta de España. En Galicia el gasto medio por alumno (incluida la universidad, y sumando el gasto de la Administración y el de las familias) es alto, el cuarto de España (detrás de País Vasco, Asturias y Cantabria), y pasa de 7.100 euros anuales. El desembolso de dinero público es mucho mayor que el privado en este total, ya que las familias solo aportan 430 euros (6%).
Plazas no universitarias. Si se elimina la universidad, una plaza pública en Galicia cuesta unos 6.600 euros al año, de los que las familias pagan 200 euros (sobre el 3%); en la concertada el coste es menor y con más peso de las familias, sobre 3.600 euros en total, de los que 1.200 son familiares (33%).
Menos presión que la media. Con respecto a la media española, en la concertada el reparto es igual, y en la pública, en Galicia pagan las familia un poco menos (la media estatal es del 5%). Las familias gastan en actividades extraescolares, libros, material, comedores, transporte y las tasas en los colegios concertados (si las hay).
CENTROS PRIVADOS
En Galicia crecen. Galicia está entre las comunidades donde más ha crecido la oferta privada desde el año 2000, junto con Madrid, la Comunidad Valenciana, La Rioja, Andalucía, Canarias y Castilla-La Mancha. A pesar del aumento, Galicia es hoy la décima comunidad en porcentaje de centros privados no universitarios.
Los que han caído. Donde más ha caído es en Cataluña, País Vasco, Castilla y León y Extremadura.
PROFESORES
Muchos licenciados. En Galicia, el 83% de los trabajadores de educación son licenciados (o graduados), con un aumento de más de cinco puntos con respecto al 2000 y 2009. Además, es la cuarta comunidad española en cuanto a esta ratio.
Con la crisis, mal. Como ocurrió en gran parte de España por la crisis, en Galicia el número de profesores tuvo un crecimiento modesto en los primeros 17 años del siglo (al nivel de Asturias y Castilla y León). En este tiempo aumentó más el profesorado privado, como ocurre en Madrid, Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía y Canarias.
BUENOS ESTUDIANTES
ESO con todo aprobado. Dos de cada tres estudiantes gallegos aprueba limpio 4.º de ESO, cuando entre lo catalanes lo hacen nueve de cada diez o tres de cada cuatro entre los vascos. La media española es de hecho mejor: casi el 71%. En los colegios públicos gallegos la situación es igual a la de Canarias o Castilla-La Mancha, y se sitúan de quintas por la cola. En los centros concertados, es algo mejor el porcentaje de titulados pero la comunidad está a la cola de España, de cuarta por el final.
Bachillerato limpio. Algo más fácil es aprobar sin llegar a septiembre en bachillerato. En Galicia lo hacen casi el 80% de los colegios (los privados mucho mejor, en un 93%, aunque son muy pocos). La media española es muy similar: 77% en general, 91 entre los privados. En Castilla y León, solo aprueba el 73% del alumnado (88 en centros de pago).
REPETIDORES
Mejor en Galicia. Es la séptima comunidad española en número de alumnos que llegan a 4.º de ESO sin haber repetido (sobre el 66%), detrás de Cataluña (81%), País Vasco, Navarra, Asturias, Madrid y Cantabria; la comunidad que peor está es Aragón (59%). En primaria, hay bastante igualdad, todas las regiones fluctúan entre el 91 y el 96% (Galicia está en el 95%). En secundaria, Galicia está ligeramente por debajo de la media española, que tiene un arco muy amplio entre Andalucía (el 18% de los alumnos de 2.º de ESO repiten) y País Vasco (el 7% del mismo grupo). Finalmente, en la universidad, de cada 100 alumnos que empiezan en Galicia solo 47 terminan su carrera a los cuatro años (en Canarias es el 28%).
Ninis. El 17% de los jóvenes españoles son ninis, tienen de 18 a 24 años y ni estudian ni trabajan. Pero en este informe se hace una salvedad entre los que no quieren trabajar y los que no encuentran trabajo. Estos últimos (17%) son menos en Galicia (14%) muy lejos del 22% de Andalucía pero también del 9% del País Vasco. En el grupo de los verdaderos ninis (no desean tener empleo y no estudian) España tiene el mismo 2,2% que la UE y Galicia está en el 1,5% (los vascos en el 0,8% y los baleares en el 3,7%).
RENDIMIENTO ACADÉMICO
En el grupo de cabeza. En el último informe PISA Galicia es la primera comunidad en Ciencias, con 510 puntos y en Matemáticas está de quinta con 498. Los datos de Lectura no se han dado a conocer este año porque se detectaron problemas en las pruebas (los alumnos contestaban sin sentido). Además, Galicia tiene el mayor porcentaje de sobresalientes en Ciencias (no muy alto, del 7,7) y el porcentaje de gallegos con al menos un siete en Ciencias duplica al de andaluces.
Muy bien en equidad. ¿Y si se habla de alumnos de entornos desfavorecidos? Entonces Galicia es la primera del país, al mismo nivel que Finlandia.