Incentivos a los profesores rurales contra la despoblación de la España vaciada
“Ser profesor rural es casi una vocación por las pegas que supone en cuanto a los costes por desplazamientos o el alquiler de vivienda”, reconoce Javier Sarmientos, profesor de Secundaria en Cistierna (León). Sin embargo, en el entorno rural “los centros no están tan masificados y trabajas en un ambiente más adecuado en cuanto al número de estudiantes por clase se refiere”, comenta. Sarmiento, perteneciente al sindicato STES, recuerda que un pueblo empieza a desaparecer “en cuanto se cierra el centro de salud y el colegio”.
El Parlamento Europeo fijó el pasado febrero que son áreas escasamente pobladas aquellas que tienen una densidad de población inferior a 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado y las muy escasamente pobladas tienen menos de ocho habitantes por kilómetro cuadrado.
Aragón puso en marcha el año pasado un plan en 39 centros educativos para que los docentes interinos puedan permanecer tres años en el mismo lugar, principalmente para plazas rurales, y al que se adscribieron voluntariamente 167 profesionales. Este año son ya 212 profesores en plazas rurales y 63 centros. Además, los docentes que desempeñan puestos de especial dificultad tienen mayor reconocimiento en el concurso de traslados y puntúa en el baremo al personal interino.
En Asturias, 20 de sus 41 Colegios Rurales Agrupados están calificados como centros de especial dificultad para los docentes que trabajan allí y tienen puntuación ventajosa en el baremo de méritos para concursos de traslado y oposición.
Cantabria ha fijado recientemente unas medidas para favorecer a los profesores de zonas rurales con riesgo de despoblación. Esos docentes tendrán en 2020 discriminación positiva, por ejemplo, puntos por el tiempo de permanencia en esos destinos que computen para los concursos de traslados y la carrera profesional, y créditos de formación, entre otros.
Los docentes que desempeñan puestos de especial dificultad tienen mayor reconocimiento en el concurso de traslados y puntúa en el baremo al personal interino
En Castilla-La Mancha hay una discriminación positiva hacia el profesorado una vez que es funcionario de carrera, con la catalogación de los puntos de difícil desempeño para el concurso de traslados. Esto hace que el docente que lleve más años en un centro de este tipo tiene mayor puntuación para una movilidad y hay un pequeño complemento para los que trabajan en los colegios rurales agrupados.
En Castilla y León no existen incentivos para elegir destinos en el medio rural afectado por la despoblación, pero a los profesores destinados se les compensa con algunos beneficios relativos a horas libres, vacaciones, organización de horarios e incluso indemnizaciones por desplazamiento o estancia.
En Cataluña, la zona de escuela rural está formada por la agrupación de escuelas rurales de Infantil y Primaria y tienen la consideración de dificultad especial. En los concursos de méritos propios se valora el trabajo desarrollado en esos puestos y en el concurso de traslados estatal se añade una puntuación específica por ejercer en centros que tengan la calificación de especial dificultad.
En Castilla y León no existen incentivos para elegir destinos en el medio rural afectado por la despoblación, pero a los profesores destinados se les compensa con algunos beneficios
En Navarra existen los puestos de difícil provisión para los docentes interinos que se desplazan a escuelas rurales, geográficamente aisladas o lejanas de los principales puntos habitados. Reciben a cambio la garantía de tres años de contratación consecutiva en ese puesto y, si la plaza es ocupada de forma definitiva por otro docente en algún momento de ese periodo de tres años, el interino afectado recibe una compensación por haberse comprometido: estará en un listado preferente por delante del resto de interinos en la siguiente adjudicación de plazas.
En Andalucía no se contemplan incentivos especiales para docentes al no sufrir el problema de tener que cubrir las plazas de colegios rurales en zonas despobladas. Tampoco existen en Baleares, donde no hay riesgo de despoblación, aunque el anteproyecto de la que será la primera ley de Educación autonómica plantea reconocer como mérito específico para concursos de traslado y oposiciones la permanencia en centros con alto índice de movilidad de profesores.
En Extremadura, por el momento no se van a impulsar este tipo de medidas “por no ser necesarias”, según fuentes de la Consejería de Educación y Empleo. Galicia tampoco tiene ninguna iniciativa para incentivar a los docentes a acudir a zonas rurales al igual que ocurre en la Comunidad de Madrid, País Vasco y Canarias.
En Murcia solo se contempla que, a petición del centro y del profesor interino, se estudie la posibilidad de repetir como docente al curso siguiente.
El Gobierno riojano tiene idea de incentivar al profesorado en el medio rural, a fin de fijar población en los municipios, pero todavía no se ha determinado el sistema para establecerlo.
En la Comunidad Valenciana se trabaja en una normativa específica que garantice la estabilidad del funcionamiento de estas escuelas y en la que las administraciones locales tengan una implicación directa a favor de sus pueblos.