¿Premiar con pantallas? Tecnología: premios que generan dependencia
¿Tu hijo tiene iPad? ¿Y móvil? Cada vez es más habitual regalar a los niños tecnología o premiarlos con tiempo de acceso a ella. Según el informe de Unicef El Estado Mundial de la Infancia 2017: Niños en un mundo digital, uno de cada tres usuarios de Internet en el mundo son niños. Si actualizamos la información, un estudio publicado el Día Internacional de Internet Segura 2019 (5 de febrero) por la plataforma Lingokids, afirma que más de la mitad de niños españoles entre dos y ocho años cuenta con su propio dispositivo móvil y que sólo el 56% de los padres españoles los supervisa mientras navegan.
Ante estos datos, es comprensible que cada vez más investigadores pongan el foco en esta franja de edad para analizar cómo les afecta su -más que habitual- presencia en el entorno digital. Un nuevo estudio de la Universidad de Guelph (Canadá) se centra en la accesibilidad a pantallas que padres y madres ofrecemos a los menores y lanza una preocupante sentencia: controlar el comportamiento de nuestros hijos poniendo el tiempo frente a la pantalla como premio solo conduce a que pasen más tiempo frente a la pantalla.
Jess Haines, Profesora Asociada en el Departamento Relaciones Familiares y Nutrición Aplicada en la Universidad de Guelph, lo explica con una comparación: las chucherías. “No deberíamos usar las golosinas como recompensa porque, al hacerlo, podemos aumentar la atracción hacia ellas. Cuando das dulces como recompensa, a los niños les gusta menos la zanahoria y más el pastel. Lo mismo sucede con el tiempo frente a la pantalla”.
Claves del estudio
Actualmente, solo el 15%vde los preescolares canadienses cumplen con las Pautas de comportamiento sedentario canadienses que recomiendan que estén menos de una hora de tiempo de pantalla al día. Por eso, en este estudio, los resultados muestran que los niños pasan de media casi una hora y media frente a una pantalla durante los días de semana y un poco más de dos horas al día los fines de semana. Pero no son solo ellos los que se rodean de tecnología: los padres y madres pasan dos horas al día frente a una pantalla por semana y un poco más de dos horas y media diaria los fines de semana.
La cantidad de tiempo de pantalla de los niños estuvo influenciada por diferentes factores. Uno de ellos, consiste en si los progenitores usan el tiempo de pantalla como recompensa; a esto, la mayoría de los padres contestaron positivamente. “Creemos que la cantidad de tiempo frente a la pantalla es mayor los fines de semana porque los niños están en casa y generalmente tienen más interacción con sus padres”, comenta Haines.
Por otro lado, han confirmado una vez más que el ejemplo es importante. Por eso, en aquellos casos en que los padres han confesado pasar más tiempo frente a una pantalla que la media -incluso si están con sus hijos-, se ha producido un efecto espejo: los niños han aumentado también su uso.
Y eso sin tener en cuenta el efecto babysitter . Se refiere a cómo se utilizan las pantallas como ‘niñera’ para mantener a los niños entretenidos. ¿Un ejemplo? Cuando estás en un espacio público y le dejas jugar con tu móvil quieres que esté tranquilo.
Efectos en la salud
Una hora. Ese es el tiempo máximo diario que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda para que los menores de cinco años estén delante de pantallas – incluyendo televisión, dispositivos móviles y videojuegos-.
María Salmerón, pediatra, autora del Criar sin complejosy de la web Mimamayanoespediatra.es, insiste en que sigamos las prescripciones de las principales sociedades científicas pediátricas. Y lanza una pregunta al aire: “Lo esencial es el uso racional. “Las TIC impactan directamente y de forma negativa en el bienestar físico y mental en la infancia. Los riesgos son diferentes según la edad y la etapa del desarrollo, especialmente vulnerables son los niños menores de dos años”.
Horas por edad
- Menores de 18 meses: Evitamos el uso de pantallas.
- De 18 meses hasta los 2 años: Uso esporádico.
- De 2 a los 5 años: Uso máximo de 1 hora al día.
- A partir de los 6 años: Ponemos límites coherentes sobre tiempo y contenido, asegurando su tiempo sueño y de actividad física.
Fuente: Padres y Colegios