A más tareas, peor rendimiento
Los deberes escolares mejoran el rendimiento académico de los alumnos, pero siempre que no sean excesivos. En ese caso, a más tareas, peores resultados. Esta es una de las principales conclusiones del Informe sobre deberes escolares, realizado en 2017 por expertos de la Universidade da Coruña, de Oviedo y Minho y financiado por la Xunta, el Ministerio de trabajo y la Unión Europea. Un documento en el que realizan una radiografía de los deberes en España y en el que dan una serie de recomendaciones sobre cómo abordar esta situación que genera debate en la sociedad.
Los datos recogidos por los expertos demuestran que los deberes son una realidad en la mayoría de colegios españoles y los alumnos suelen ser cumplidores ya que “el 94,3% de alumnos de Educación Primaria y el 80,7% de ESO realizan todos o casi todos los deberes prescritos por los profesores”. El tiempo que dedican a estas tareas varía en función de la edad. Mientras un 42,9% de estudiantes de Primaria invierte entre una y dos horas al día en hacer deberes, el porcentaje aumenta hasta el 56,2% en Secundaria. En la primera etapa educativa la mayoría (el 47%) resuelve los deberes en menos de una hora, pero en ESO solo lo logra un 30% mientras que uno de cada diez invierte más de dos horas. Y si el análisis se realiza del fin de semana, un 9,9% de niños de Primaria destina más de dos horas, tasa que sube al 18,7% en ESO.
Estas son las principales conclusiones del informe de expertos que puede consultarse en la web de la Consellería de Educación.
E Más (tiempo) no siempre es mejor. Tras analizar diferentes estudios e informes, los expertos concluyen que “a cualquier edad siempre es mejor hacer deberes que no hacerlos”, pero eso sí, siempre “mejoran el rendimiento académico del alumno si la cantidad no es excesiva sino la relación sería negativa o nula”.
ELa clave está en aprovechar el tiempo. Los expertos aseguran que dedicar más tiempo a realizar las tareas no siempre es positivo ya que afirman que la clave está “en el aprovechamiento del tiempo”. En este sentido aseguran que pese a que los adolescentes tienen más herramientas y aprendizaje para saber gestionar el tiempo a la hora de realizar sus tareas, a medida que aumenta la edad, desciende el aprovechamiento del tiempo. Se insta a aplicar medidas para promover habilidades de trabajo y estrategias de gestión del tiempo de estudio entre el alumnado.
ELos deberes, claros y útiles. El informe asegura que para que los deberes motiven a los estudiantes deben “tener un propósito claro y ser útiles” ya que si los ven como algo “rutinario y sin utilidad, disminuye el interés y la implicación”. Además, se aconseja que el profesor les explique por qué deben completar los deberes, cómo se valoran y cómo se valora si los deberes se hacen o no correctamente. “Dado que algunos estudiantes pueden no completar los deberes debido a problemas de organización, por la dificultad de la tarea o por otras razones, hay que tener en cuenta que penalizarlos puede resultar inapropiado”, indican los expertos.
ENo todos los alumnos son iguales. Lo habitual es que un profesor asigne los mismos deberes a todos los alumnos de una clase pero esto, según los expertos, “penaliza a quienes tienen más dificultades”. “Si un estudiante ya domina un concepto, la práctica adicional no contribuye a aumentar su rendimiento. Si no entiende un concepto, la práctica repetida de manera incorrecta conduce a la frustración, no al desarrollo de las habilidades deseadas. Es necesario que los deberes escolares se prescriban teniendo en cuenta la diversidad de los estudiantes”, sostienen.
ECoordinación entre los profesores. Cuando los alumnos tienen múltiples docentes, el estudio concluye que existe “poca o nula coordinación” entre ellos a la hora de asignar tareas. Eso provoca que tengan tal cantidad de deberes que los alumnos los hagan “con desgana y escasa calidad”.
EIniciarlos en clase. Lo aconsejable sería iniciar las tareas en el aula para garantiza la comprensión de todos los alumnos.
ELos padres, solo de apoyo. A más implicación de los padres, más implicación de los alumnos a la hora de realizar sus deberes aunque depende también de la actitud de las familias. Los expertos ven positivo para los niños que sus padres les apoyen (ayuda sobre estrategias de estudio, apoyo emocional y motivación), pero no que se limiten a un mero control “que posiblemente incrementará la ansiedad”. Además destacan que los deberes son para que los realicen los propios estudiantes “sin ayuda de ninguna otra persona”.
Fuente: La Opinión Coruña