Tiempo libre sin olvidar los libros
“Durante el verano, los alumnos deben de realizar breves repasos desde un lado más informal y lúdico, desde algo que les motive y les guste” asegura María del Carmen. Punto en el que coincide la también psicóloga Ana María Ulloa que añade: “Si el niño ha trabajado no debería de realizar ninguna actividad académica, sino diferentes actividades más lúdicas y divertidas, como realizar algún tipo de deporte o satisfacer su curiosidad aumentando al mismo tiempo su educación.”
Francisco Rodríguez, desde la Asociación de Padres de Centros Concertados, explica que sería muy positivo que los profesores ofreciesen algún tipo de fotocopias para suprimir el gasto elevado de los cuadernillos de verano o bien, que se pudieran hacer estas actividades de repaso mediante Internet.
Los meses de verano tienen una clara ventaja: el clima es el apropiado para pasar más tiempo fuera de casa que en invierno. Por esta razón existe una amplia gama de actividades propicias para facilitar la diversión de los escolares. Los campamentos de verano suponen una de las actividades con más demanda ya que, además de suponer una solución al problema de la compatibilidad con el trabajo de los padres, proporcionan al niño la posibilidad de conocer gente, hacer nuevos amigos, aprender a convivir y divertirse. Además existe una amplia tipología de campamentos, desde aquellos en los que se realiza un deporte específico, hasta aquellos donde se potencia el habla de un idioma. Otra de las opciones son las actividades al aire libre, diferentes juegos con amigos y familiares, muchos de ellos realizados en las piscinas o en las playas, opción muy acertada para los días con altas temperaturas.
Fuente: Faro de Vigo