EL RINCÓN DEL DECÁLOGO: Hoy, La AUTOESTIMA
La autoestima es el aprecio o consideración que uno tiene de si mismo, es decir, como te valoras, cómo te presentas ante quienes te rodean, cómo actúas, cómo de satisfecho estas con lo que eres y con lo que tienes. Autoestima y rendimiento escolar van íntimamente relacionados y así los logros académicos son directamente proporcionales al grado de autoestima.
Un niño/a con autoestima alta es un niño/a: seguro de sí mismo, que tiene relaciones sociales saludables, que confía en sus emociones, que sabe valorar adecuadamente sus capacidades, que es creativo.
Un niño/a con autoestima baja: tiene dificultades de aprendizaje, no es capaz de relacionarse bien con sus compañeros y amigos, puede presentar patologías emocionales y, ya de adulto, será propenso a sufrir estados depresivos, trastornos de personalidad, etc.
Los niños/as empiezan a crearse un concepto de ellos mismos hacía los cinco años y lo hacen observando a los adultos que les rodean: padres, hermanos, profesores, amigos/as…… y lo que perciben afecta a su propio autoconcepto y a su autoestima.
Por eso, es muy importante cómo los tratamos en el seno de la familia y en el colegio, cómo nos comunicamos con ellos y qué les estamos transmitiendo, incluso a través del lenguaje no verbal. No podemos enseñar aquello que no practicamos porque “los hijos no obedecen, imitan”
Padres y profesores deben potenciar la autoestima de los niños/as y prepararles para ser adultos seguros de si mismos.
José Carlos Otero López, Licenciado en Pedagogía
A continuación proponemos un decálogo que puede ayudar a trabajar la autoestima, siempre bajo el paraguas del diálogo y prestando mucha atención y valorando lo que nos cuenta.
DECÁLOGO PARA MEJORAR LA AUTOESTIMA
- Ayudar a que el niño aprenda a valorarse a sí mismo y aceptarse como es en realidad, con sus fortalezas y sus debilidades. Convencerle de que todos somos diferentes y cada uno tiene sus limitaciones. Y sobre todo inculcarle que los importante es “primero ser y luego tener”
- Debe entender que no todos estamos capacitados para todo. Hay cosas que hacemos mejor que otros y eso es lo que se debe reforzar. Es decir, promover y resaltar actitudes positivas.
- Evita transmitir miedos, angustias e inseguridades porque ellos los harán suyos, ya que continuamente nos copian.
- Es fundamental desterrar cualquier pensamiento negativo, autodestructivo o derrotista. Ayudarle a llegar a la convicción de “soy capaz”, “puedo hacerlo”. ¡Valora el esfuerzo y no el resultado!
- Hacer que se sienta orgulloso/a y que presuma de los logros conseguidos. ¡Otros serían incapaces de alcanzarlos!
- Darle responsabilidades acordes con su edad y con su estado de maduración para mejorar la seguridad en sí mismo. ¡Que tome sus propias decisiones y que salga airoso!
- Ofrecerle ayuda para que él mismo encuentre soluciones y no se las des de antemano. ¡No le sobreprotejas!. Ofrécele literatura (cuentos), juegos y actividades que le ayuden a mejorar por si solo su autoestima.
- Nunca hacer comparaciones con los demás, ni compares a los demás con él/ella. ¡Las comparaciones son odiosas”
- Facilita que siempre esté rodeado/a de amigos/as que le quieran y ¡dejate querer!. Evita los “amigos” indigentes intelectuales. “Dime con quien andas y te diré quien eres”
- Procura que no se deje influenciar por los estereotipos que aparecen en los medios y en las RR.SS. ¡Ellos seguro que no tienen los valores y el grado de felicidad que tu tienes!