Crear nuevas conexiones neuronales con terapia visual es más fácil en niños
¿Qué es la terapia visual?
El entrenamiento visual es un tratamiento optométrico, que consiste en realizar una serie de ejercicios teniendo en cuenta las necesidades individuales de cada paciente, que le permitirán aprender a utilizar más eficazmente su sistema visual. Permitiendo que la persona responda mejor a las actividades diarias como el estudio, deporte, etc., con un programa personalizado de ejercicios destinados a corregir o mejorar las habilidades del niño, que no pueden corregirse con el uso de gafas. Gracias a la repetición y aumentando su demanda se logra la automaticidad de ciertas habilidades del sistema visual.
¿En qué casos debería plantearse?
Casos en los que existe un problema en el sistema visual, como una disfunción en la capacidad de enfocar, mala coordinación de los ejes visuales, ojo vago, ciertos estrabismos o problemas de aprendizaje relacionados con la visión.
¿Cómo afecta al aprendizaje?
Somos seres visuales: el 80% de la información sensorial nos llega a través de la visión. Las distintas deficiencias en las habilidades visuales pueden repercutir de forma diferente en los niños y afectarán directamente al rendimiento visual en el colegio y/o deporte:
- Los problemas oculomotores afectarán a la lectura y, por lo tanto, al aprendizaje.
- La mala coordinación ojo-mano influyen en la escritura.
- Los problemas acomodativos y binoculares alteran la capacidad de mantener la visión nítida y coordinada durante las tareas visuales, menoscavando la eficacia visual.
- Los problemas en las habilidades del procesamiento visual influyen en la capacidad que permite reconocer, recordar, manipular la información visual, fundamentales para el aprendizaje.
- La disfunción más frecuente es la insuficiencia de convergencia, que puede afectar a la atención visual. Existen estudios donde la prevalencia de TDAH es mayor en pacientes con Insuficiencia de convergencia (22%).
¿Cómo podemos vigilar el rendimiento visual de los niños?
El aprendizaje en las aulas se lleva a cabo mediante procesos complejos e interrelacionados, siendo la visión uno de los más importantes, por lo que resulta básico llevar a cabo, a edades tempranas, revisiones visuales periódicas con el objetivo de descartar defectos de refracción como la miopía, hipermetropía, astigmatismo y fundamentalmente la ambliopía (ojo vago), uno de los problemas visuales que más influye en el retraso escolar, así como detectar problemas oculomotores, acomodativos, binoculares y en el procesamiento de la información visual.
¿Cuándo y cómo se lleva a cabo la terapia visual?
Tanto los niños como los adultos son susceptibles de recibir terapia visual, siempre y cuando no se solucione con una ayuda óptica (gafas, lentes de contacto, etc.). Consiste en un programa personalizado de ejercicios y realizados por un optometrista, que tiene como objetivo corregir o mejorar las disfunciones visuales que afectan directamente al rendimiento visual. La duración y el procedimiento dependerá del problema visual y de la edad y desarrollo del paciente. Se realiza en consulta y casi a diario en casa, para reforzar la terapia en gabinete. Los procedimientos de terapia visual presentan nuevos estímulos que inducen nuevas conexiones neurológicas (en los niños es más fácil que se establezcan), que requieren repetición y regularidad (que cumplen mejor los adultos).
Algunos ejemplos:
- Se pierde al leer: puede que sea por un problema en los movimientos sacádicos.
- Ve borroso al leer, pero ve bien de lejos: puede que sea provocado por una insuficiencia en la acomodación.
- Se cansa fácilmente y no mantiene la atención: es posible que sea por una insuficiencia de convergencia.