Los españoles vuelven a suspender en inglés
A pesar de que el nivel de inglés, tanto a nivel global como en nuestro entorno europeo, sigue subiendo cada año, en España se está produciendo el efecto contrario: el nivel de inglés de la población general está empeorando. Así lo refleja el último informe EF EPI 2019, realizado por la compañía Education First a través de los datos obtenidos de la prueba de inglés EF SET, que han realizado 2,3 millones de participantes de 100 países.
Por quinto año consecutivo, España continúa empeorando su nivel de inglés y sigue a la cola de Europa. Nuestro país consigue una puntuación total de 55,46 puntos (ver tabla abajo), lo que supone una caída de nivel de 0,39 puntos con respecto al año pasado, cuando obtuvo un 55,85.
Dentro del contexto global, esta nota sitúa a España en el nivel medio de dominio de inglés, a la altura de países como China, India o Corea del Sur. Este nivel indica que algunas de las tareas básicas que se pueden desarrollar son participar en reuniones en el área de conocimiento propia, entender las letras de las canciones o escribir mensajes de correo profesionales sobre temas conocidos.
De las cuatro mayores economías de la zona euro, solo Alemania ha obtenido una buena puntuación.
En cuanto al contexto europeo, se observa un fenómeno de polarización en la región. Los países europeos con mayor nivel de inglés se concentran en Escandinavia, mientras que de las cuatro mayores economías de la zona euro, solo Alemania ha obtenido una buena puntuación. Francia, España e Italia van a la zaga de casi todos los demás estados miembros, y de estos tres, solo Francia ha experimentado un discreto avance en los últimos dos años.
Por su parte, Países Bajos es el país europeo donde mejor se habla inglés, seguido de Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia y Austria. En esta edición hay que destacar también las subidas del nivel idiomático que se han producido en Portugal, Croacia, Hungría y Lituania.
Y es que, según las últimas encuestas del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), el 60% de los adultos españoles afirma no hablar inglés en absoluto. De esta forma, los programas bilingües, puestos en marcha por las diferentes comunidades autónomas en los centros educativos, no tienen por el momento ninguna incidencia medible en el nivel de inglés de la población adulta.
Sin embargo, el informe sí que identifica que los adultos entre los 26 y los 30 años son los que mejor dominan el inglés, lo que refleja el creciente protagonismo de la enseñanza en inglés en la Educación universitaria. Los individuos de entre 21 y 25 años presentan la segunda mejor media en el informe de este año.
El País Vasco la única comunidad autónoma que presenta un nivel alto de inglés.
Precisamente, si observamos los datos obtenidos en cada comunidad autónoma, es el País Vasco la única que presenta un nivel alto de inglés, con una nota de 58,06 (ver tabla abajo). Le siguen Madrid, Navarra (esta última pierde el liderazgo de la edición anterior) y Galicia.
Al igual que se demostró en el informe del año pasado, una gran parte de las comunidades del norte de España presentan un mayor nivel en lengua inglesa. Extremadura, por su parte, es la comunidad que obtiene una nota más baja (52,29), y queda clasificada con un nivel bajo de inglés, en una posición parecida a la de países como Bielorrusia y Rusia.
El informe pone el foco sobre la implicación no solo de los individuos, sino también de las empresas y las administraciones públicas, y les da una serie de recomendaciones para que los programas de inglés sean más efectivos. En este sentido, considera que “las compañías pueden contribuir a que sus empleados mejoren su nivel de inglés formándolos mediante un programa de estudios de inglés específico para cada puesto, fijando unos estándares lingüísticos mínimos para cada puesto y comprobando que se cumplen, y recompensando a los trabajadores que inviertan tiempo en mejorar su nivel”.
Para los gobiernos y las administraciones educativas, propone evaluar a una amplia base de profesores y alumnos para establecer un punto de partida y hacer un seguimiento, incluir el inglés en la formación de todos los profesores nuevos, y establecer un nivel mínimo requerido para enseñar inglés, evaluar a los docentes de manera regular y formar a aquellos que no alcancen ese nivel.