Diario Juego de Aventuras: Las decisiones de Sandra.
¿Por qué un diario?
Siempre me pasa lo mismo, parece que no aprendo. He vuelto a poner mis bragas favoritas en la lavadora y se me han destrozado, de rosa han pasado a un negruzco indeterminado. Otras bragas a la basura. Bueno, las dejaré para los días de regla, pero eso no me consuela lo más mínimo.
Será mejor que me presente, que no es muy correcto empezar un diario hablando de las bragas. Vamos a comenzar por el principio, por quién soy, cómome llamo, por qué escribo este diario y todo eso. Podéis llamarme Sandra. Todo el mundo me llama Sandra, aunque mis padres me pusieron Alejandra.
Sólo recuerdo que me llamaran Alejandra los profesores y el médico de cabecera, así que cuando escucho “Alejandra” tardo un par de minutos en reaccionar, y luego me cuadro y contesto toda seria, como si estuviera en el ejército. Bien, Sandra entonces. Además hace poco me dio por mirar en Internet el origen de mi nombre y descubrí espantada que viene del griego Alex-andros: la que espanta a los hombres. Chúpate esa. Confío en la buena fe de mis padres y en que no me pusieran aposta un nombre que me condena a estar sola y a no tener novio en la vida, porque si lo llegan a saber era para ponerles una querella criminal. “La que espanta a los hombres”, nada menos, y ahora que tengo veinticuatro años y que mis relaciones más largas con el sexo opuesto han sido demenos de siete polvos… cada vez que pienso en ello me da un escalofrío.